El fiscal general de Arabia Saudita dijo que los arrestos el fin de semana de príncipes, empresarios y funcionarios fueron solo la "primera fase" de una campaña contra la corrupción, mientras los bancos comenzaron a congelar las cuentas de los implicados.
"Fue necesario completar la primera fase discretamente, a fin de preservar la integridad de los procedimientos legales y garantizar que no hayan fugas de la justicia", dijo la oficina del fiscal general en un comunicado enviado por correo electrónico el lunes.
"Todos los sospechosos hasta la fecha tendrán pleno acceso a recursos legales, y los juicios se llevarán a cabo de manera puntual y abierta para todos los involucrados".
Las cuentas bancarias de los sospechosos fueron congeladas por instrucciones del banco central, de acuerdo con dos banqueros con conocimiento del asunto, quienes accedieron a divulgar información confidencial bajo condición de anonimato.
Los funcionarios del banco central y el Centro de Comunicación Internacional del gobierno no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
Las detenciones ordenadas por el rey Salman reforzaron las especulaciones de que estaba limpiando cualquier obstáculo restante para que su hijo, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, asuma al trono.
En total, 11 príncipes, que incluyen a Alwaleed bin Talal, una de las personas más ricas del mundo, cuatro ministros y docenas de exministros y conocidos empresarios fueron detenidos, según medios saudíes y un alto funcionario que habló bajo condición de anonimato.
Previamente en el día, la nueva y poderosa comisión anticorrupción del reino emitió una declaración afirmando su derecho a congelar activos y adoptar otras medidas "apropiadas".
Reuters, citando a banqueros no identificados, informó que el congelamiento de cuentas fue una medida preventiva.
Las autoridades no han revelado las acusaciones que provocaron los arrestos.
El rey Salman ya había marginado a otros altos miembros de la familia real para eliminar cualquier oposición a su heredero de 32 años.
