Al mediodía de este 6 de enero de 2015, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá a su similar de México, Enrique Peña Nieto. Será un encuentro privado en el que discutirán sobre economía, migración y seguridad, y en el que además tocarán temas concretos y de agenda para ambos mandatarios. En caso de Obama, las relaciones entre Cuba y su país, y en el de Peña Nieto, el caso de los estudiantes de la Escuela Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, desaparecidos hace ya tres meses y medio.
Fuentes de la Presidencia de México informaron anoche que Peña Nieto viajó a Washington en horas de la tarde de ayer y que llegaría a Washington “prácticamente para pernoctar”.

La visita oficial –de un día- a la Casa Blanca, la primera que realiza como mandatario a Obama, tiene entre sus objetivos, según la Presidencia mexicana: “Dar mayor contenido a la asociación estratégica entre México y Estados Unidos, revisar el estado que guarda la cooperación bilateral en materia de seguridad, reconocer el liderazgo del Presidente Obama ante el anuncio de medidas migratorias que beneficiarán a aproximadamente 4 millones de mexicanos en Estados Unidos, y acordar esquemas de colaboración en apoyo a nuestros nacionales”.
En cuanto al tema de los estudiantes, Peña Nieto agradecerá a Obama por apoyar a México con personal del FBI. Además, México reiterará su disposición de ser un actor relevante para potenciar el diálogo entre Estados Unidos y Cuba, rotas hace más de 50 años y en vías de restablecerse, como anunciaron las dos partes en diciembre pasado.
Peña Nieto y Obama también hablarán de temas comunes de los tres países como los de desastres naturales y límites marítimos, antes de ofrecer un mensaje a los medios. Según la agenda, después tendrán un almuerzo de trabajo y por último el gobernante mexicano colocará una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido, antes de partir de regreso a su país.
De acuerdo con informes de la Presidencia de México, en materia de migración, Peña Nieto reconocerá asimismo las acciones lanzadas por Obama el 20 de noviembre, cuando anunció medidas encaminadas a dar alivio migratorio a unos 5 millones indocumentados en Estados Unidos, gran parte de ellos mexicanos.
En la reunión se espera que se hable sobre el patrullaje conjunto en la frontera, el intercambio mutuo y el respeto de la soberanía. La cita servirá para establecer un dialogo económico al más alto nivel y entre otros asuntos se tocará el de los flujos a través de la frontera.
Obama quiere que Peña Nieto se una a él para presionar a Cuba y que lleve a cabo reformas democráticas ahora que Washington se está moviendo para reestablecer sus vínculos diplomáticos y comerciales. El distanciamiento entre estadounidenses y cubanos había sido un punto de fricción con los países latinoamericanos, incluyendo México, que tiene una relación normal con la isla de gobierno comunista.
Crítica
El gobierno de Peña Nieto también podría ayudar a promocionar las credenciales del plan de Obama para aplazar unos cuatro millones de deportaciones de inmigrantes que están ilegalmente en Estados Unidos. Dos tercios de los posibles candidatos proceden de México.
Ambas acciones emprendidas por Obama en las últimas semanas recibieron los elogios del mandatario mexicano, quien podría esperar que esta visita a la Casa Blanca le de impulso tras un 2014 marcado por los escándalos, la violencia y la corrupción. Esto incluye a soldados matando a 22 civiles en una "balacera" cuestionable [caso Tlatlaya] y revelaciones de que tanto Peña Nieto como el secretario del Tesoro viven en residencias de lujo construidas y financiadas por uno de los contratistas favoritos del gobierno. Pero tal vez lo más destacable sean las decenas de miles de personas que han salido a las calles para protestar por el secuestro y posible asesinato el pasado 26 de septiembre de 43 estudiantes, supuestamente a manos de policías locales y alcaldes, en colaboración con un cartel de la droga.
Sergio Alcocer, subsecretario mexicano para América del Norte, manifestó que no esperaba que el secuestro de los estudiantes fuese tratado directamente durante la conversación entre los dos mandatarios. El funcionario destacó que Estados Unidos había tenido su propio escándalo y protestas por el asesinato a tiros del joven negro desarmado Michael Brown en Ferguson, Missouri. "Tenemos casos de violencia en diferentes partes del mundo", dijo Alcocer. "Dentro de Estados Unidos sabemos que ha habido este tipo de violencia en la zona de Missouri, por citar solo un caso".
Esta es la segunda visita de Peña Nieto a la Casa Blanca, pero la primera como Jefe del Ejecutivo porque en noviembre de 2012 visitó a Obama en carácter de presidente electo.





