"Manos fuera de Venezuela": preocupada por la situación del gobierno de Nicolás Maduro, su mayor aliado en la región, Cuba lleva adelante una movilización masiva para tratar de unir a la comunidad internacional contra las "brutales" presiones de Washington.
En los últimos días ha llamado a sus soldados, trabajadores y estudiantes a firmar declaraciones de apoyo al líder socialista, actividades difundidas a diario en los últimos días por la televisión estatal.
También ha echado mano a un severo discurso de respuesta a las advertencias del presidente Donald Trump, que augura el fin del socialismo, en un intercambio que rememora escenarios de Guerra Fría.
María Luisa Gómez, empleada en una compañía de puros Habanos en La Habana, aseguró apoyar "la no injerencia hacia Venezuela, ya que debemos abogar para que haya paz".
"La acción de Estados Unidos es injerencista, de atacar e invadir a un país", dijo por su parte el teniente coronel del Ejército, Ignacio Ariosa, en una ceremonia en un cuartel de Matanzas, al este de la capital.
"Venezuela jamás estará sola": el martes, el periódico oficial Granma resumió así la actitud de la isla frente a su aliado.
La presión de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, aumenta sobre Venezuela.
Trump respalda al opositor Juan Guaidó, reconocido por unos 50 países como presidente interino de ese país.
En las redes sociales, las autoridades cubanas han lanzado el hashtag ManosfueradeVenezuela, el mismo que también se muestra en la mesa de conducción del principal noticiero de la televisión de Cuba, junto con la bandera venezolana.
"Creo que están extremadamente preocupados" de "perder un gran aliado" si Maduro deja el cargo, consideró Michael Shifter, presidente del laboratorio de ideas Diálogo Interamericano en Washington.
