2014 fue un año difícil para la salud pública en el mundo. Un temible brote del ébola, el peor desde que apareció por primera vez la enfermedad (1976), puso a temblar a África occidental y encendió las alarmas en el mundo, ante la posibilidad de que el mortal virus trascendiera fronteras.
A pesar de que el primer caso ocurrió el 26 de diciembre de 2013, en Guinea, fue en 2014 cuando la epidemia entró en su apogeo, extendiéndose a Liberia y Sierra Leona, los tres países más afectados por el mal.

El progresivo paso del ébola se convirtió en un dolor de cabeza para los funcionarios internacionales de salud pública, quienes no pudieron frenar su avance. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó a mediados de diciembre de este año, que el ébola había afectado a más de 18 mil 600 personas, principalmente en Guinea, Liberia y Sierra Leona, con un saldo de más de 6 mil 900 muertos.
Sin embargo, el último balance del organismo especializado de la ONU que coordina la acción mundial contra las enfermedades, contabilizadas hasta el 31 de diciembre de 2014 en Guinea y Sierra Leona, y hasta el 28 de diciembre en Liberia, dan cuenta de 20 mil 381 infectados y 7 mil 989 muertos.
La OMS señaló que desde octubre de 2014 la situación en estos tres países es de una relativa estabilización de los casos.
El virus del ébola se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos, uno en una aldea cercana al río Ebola, en la República Democrática del Congo, y el otro en una zona remota del Sudán. Aunque aún se desconoce el origen de la enfermedad, pruebas científicas apuntan a que los murciélagos de la fruta son sus huéspedes más probables.
La lucha contra el ébola continúa, a fin de erradicar por completo el virus para 2015. De hecho, la agencia de noticia Xinhua reportó hoy que el jefe de la Misión de la ONU para la Respuesta de Emergencia al Ébola (Unmeer, por sus siglas en inglés), Anthony Banbury, expresó que cero casos de ébola es el único resultado aceptable.
Anthony Banbury
Jefe de la Misión de la ONU para la respuesta al ébola
"Estamos involucrados en una gran batalla contra esta enfermedad", dijo Banbury en una conferencia de prensa ofrecida en Accra. "Es una enfermedad insidiosa e invasiva que ataca a las personas debido a sus actos de amabilidad e interés. Va a ser extremadamente difícil para nosotros llevarla a cero, pero eso es lo que haremos", aseveró.
Banbury reconoció -citado por Xinhua- que aún hay varios desafíos, incluyendo la dispersión geográfica del ébola y citó el cambio de comportamiento y la resistencia de las comunidades como los principales obstáculos en algunas áreas, a pesar de la masiva intervención.
"Es un poco como poner cinturones de seguridad en los autos", dijo Banbury. "Si los autos tienen cinturones de seguridad se salvan muchas vidas, pero sólo si la gente usa esos cinturones". La clave del éxito, de acuerdo con Banbury, es entrar en contacto efectivo con las comunidades y mantener la vigilancia y el compromiso mientras el número de casos sigue bajando. "Es una obligación establecer objetivos muy ambiciosos para que podamos poner fin a esta crisis tan pronto como sea posible", advirtió.