BANGKOK, Tailandia.– El Ejército tailandés dio este jueves un golpe de Estado, decretó el toque de queda y suspendió la mayoría de las libertades individuales, después de siete meses de crisis política y de manifestaciones.
Los militares ordenaron al primer ministro derrocado, Niwattumrong Boonsongpaisan, y a su gobierno “presentarse” ante el nuevo régimen, que ha tomado el nombre de Consejo Nacional para el Mantenimiento de la Paz y del Orden.
También ordenaron a los manifestantes de ambos bandos, que ocupaban diferentes lugares de Bangkok, que vuelvan a casa y han prohibido toda concentración de más de cinco personas. Los manifestantes empezaron a obedecer a finales de la tarde.
El nuevo Consejo suspendió también la Constitución, pero decidió conservar el Senado para poder “dirigir el país sin sobresaltos”.
El régimen militar anunció que convocó para el viernes a la exprimera ministra Yingluck Shinawatra y a tres parientes más del controvertido exjefe de gobierno, el multimillonario exiliado Thaksin Shinawatra.
Además, las nuevas autoridades castrenses amenazaron con bloquear las redes sociales que “inciten a la violencia” o critiquen a las autoridades surgidas del golpe de Estado de la víspera.
Tres días después de decretar la ley marcial, destinada según el ejército a forzar el diálogo con los actores civiles de la crisis política, el poderoso jefe del Ejército, general Prayut Chan-O-Chan, apareció durante la tarde en televisión para explicar que el golpe de Estado era necesario “para que el país vuelva a la normalidad”.
Este general destacó la violencia en el país, que dejó 28 muertos desde el comienzo de la crisis, a fines del año pasado.
