El conde de París, Enrique de Orleans, descendiente directo del último rey de los franceses y pretendiente al trono de Francia, recibió el sábado las honras fúnebres en la capilla real San Luis de Dreux, al oeste de París.
Alberto de Mónaco, el príncipe heredero de Marruecos, Moulay Hassan, de 15 años, la reina Sofía de España y otros miembros de la aristocracia europea, asistieron a la misa fúnebre del conde de París, fallecido el 21 de enero a los 85 años.
Estaba presente Juan de Orleans, de 53 años, hijo del difunto, que se convirtió en el nuevo conde de París y que toma el mando de la Casa de Francia. En un comunicado dijo querer "renovar el pacto histórico y necesario entre la Nación y la Familia real".
Enrique de Orleans era descendiente del hermano del rey Luis XVI pero también de Philippe-Egalité (Felipe-Igualdad), como se le llamaba a Luis Felipe José de Orleans (conde de Orleans), quien votó a favor de la muerte del entonces monarca.
Segundo de once hermanos, Enrique de Orleans se convirtió a los 66 años en jefe de la Casa de Francia: a pesar de una larga riña con su padre y tocayo, éste lo confirmó en 1996 en el orden de sucesión dinástica.

Nacido el 14 de junio de 1933 en el señorío de Anjou en Woluwé-Saint-Pierre (Bélgica), Enrique de Orleans pasó su infancia en Marruecos, España y Portugal.
Apesar de la ley de exilio que pesa sobre el jefe de la Casa de Francia, el joven príncipe fue autorizado por el presidente de la República en la época, Vincent Auriol, a regresar a Francia para proseguir sus estudios.
Tras formarse en el Instituto de Ciencias Políticas de París, participó como oficial en la guerra de Argelia.
Después de abandonar el ejército, en 1967, emprendió una carrera en la banca, en Francia y Suiza.
En 1957, convertido en conde de Clermont, se casó con María Teresa de Wurtemberg, con la que tuvo cinco hijos, de la que se separó en 1977 y obtuvo el divorcio en 1984.
Entonces se casó con la francochilena Micaela Cousiño Quiñones de León.
Pero, a causa de su divorcio, su padre renegó de él y en 1987 designó a su nieto Juan (precisamente hijo del conde de Clermont), como su sucesor.
Pero, en 1991, el conde de Clermont recuperó su "sitio en la Familia de Francia", y fue confirmado en 1996 como heredero de los derechos a la corona. En 1999, a la muerte de su padre, heredó el título de conde de París.





