Una estampida en un club de Venezuela, desatada tras una riña, causó este sábado 16 de junio la muerte de al menos 17 personas, entre ellos ocho menores de edad, informó el ministro de Relaciones Interiores.
El incidente ocurrió en el club social Los Cotorros en medio de una serie de edificios residenciales de la urbanización de clase media El Paraíso, del oeste de Caracas, donde varios cientos de personas, muchos de ellos estudiantes, se concentraron para una fiesta de previa a su graduación.
A través de Facebook circularon invitaciones al evento, que se denominó The Legacy, donde se señalaba que la noche del 15 de junio se realizaría en Los Cotorros la “rumba más sonada de todo el mes” en la que participarían varios dj, y se aseguraba que la fiesta “dejará su huella sobre todos”.
En medio de la celebración ocurrió una riña y uno de los presentes activó una bomba lacrimógena dentro del local, lo que desató la estampida de más de 500 personas, precisó el ministro de Relaciones Interiores, mayor general Néstor Reverol.
Entre los fallecidos está la humilde estudiante de bachillerato Yois Bentancourt, de 16 años, que acudió a la trágica fiesta para acompañar a un amigo en la celebración de su graduación, indicó Yoanna Aponte, una auxiliar de una clínica de 37 años quien es prima de la joven muerta.
En la sala de espera de la morgue capitalina, Aponte, vestida de camiseta negra y pantalón vaquero azul, aguardaba entre llantos la entrega del cuerpo de su prima, que según el acta de defunción murió por “asfixia mecánica” y un “traumatismo en la cabeza”.
La mujer relató a The Associated Press que en medio del caos Betancourt cayó al piso y “le pasaron todos los niñitos encima”.
Al preguntarle cómo ocurrieron los hechos Aponte indicó que “habían tres niños que tiraron una bomba lacrimógena en el baño” y eso desató un caos en el lugar y “la muerte por asfixia las personas que estaban allí”.
Julio Cesar Perdomo, padre de uno de los jóvenes sobrevivientes, dijo que en medio del incidente fueron cerradas las puertas del local, lo que impidió salir a algunos de los que estaban en la fiesta.
Perdomo acudió con su hijo, quien presentaba lesiones por golpes, a la sede capitalina del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en el centro de la capital, para rendir declaraciones sobre el incidente. Al lugar también acudieron otros de los familiares de las víctimas quienes, con rostros angustiados y los ojos enrojecidos por el llanto, se consolaban unos a otros mientras aguardaban por información de las autoridades.
En declaraciones a la televisora estatal, Reverol dijo que también resultaron heridas cinco personas y que un menor se encuentra en condición muy delicada.
Por el caso fueron detenidas ocho personas, entre ellas un menor sospechoso de haber detonado el dispositivo lacrimógeno y la propietaria del local, por no garantizar una revisión adecuada de los asistentes y evitar el ingreso de armas a establecimientos de acceso controlado, informó la televisora estatal.
