Entre los muchos posibles contendientes para ocupar el cargo de presidente de Brasil se encuentran un excapitán del ejército, un presentador de televisión y un exjefe de Estado, quién podría estar en la cárcel antes de la elección.
Ahora, otro llamativo candidato se ha presentado para competir: Fernando Collor de Mello, presidente de Brasil de 1990 a 1992, cuando renunció poco antes de ser acusado de cargos de corrupción.
En un discurso ante el Senado este martes 6 de febrero, Collor anunció su precandidatura, posicionándose como un centrista con experiencia política. "Sería cobarde de mi parte rechazar la verdad y apartarme de un desafío más que el destino me ha impuesto", dijo el senador del Partido Laborista Cristiano, PTC.
La carrera presidencial de Brasil está muy abierta. Al favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, es probable que se le prohíba participar después de que se confirmara su condena criminal en apelación.
Jair Bolsonaro, un congresista de extrema derecha y excapitán del ejército, se encuentra actualmente en un distante segundo lugar. En una encuesta de opinión de Datafolha, publicada el 31 de enero, antes de que anunciara su candidatura, Collor atrajo las intenciones de voto del 2% de los brasileños, empatando con la candidata del Partido Comunista Brasileño, Manuela D'Avila.

