SERVICIOS INTERNACIONALES. El exjefe de ETA Francisco Javier López Peña, alias "Thierry", detenido en Francia desde 2008, falleció en la noche del viernes en un hospital de París tras sufrir un derrame cerebral, dijeron este sábado fuentes concordantes.
Encarcelado en la prisión de Fleury-Mérogis, cerca de la capital francesa, "Thierry", de 54 años, había sido hospitalizado el 11 de marzo en Corbeille-Essonne, en los suburbios parisinos, para luego ser trasladado al hospital de la Pitié-Salpétrière en París, según fuentes policiales y de la asociación de ayuda a los presos vascos Etxerat.
Francisco Javier López Peña era considerado antes de su detención como el presunto jefe de la organización separatista armada vasca ETA.
La policía francesa y española lo detuvo en 2008 en Burdeos (suroeste), junto a tres miembros del aparato político de ETA: Ainhoa Ozaeta Mendiondo, Igor Suberbiola e Jon Salaberría.
Las cuatro personas fueron procesadas por jueces antiterroristas franceses y permanecieron en detención provisoria.
Este veterano de la organización vasca, en la que tuvo un rol activo desde comienzos de los años 1980, era considerado por Madrid como "la persona de mayor peso" dentro de ETA en donde habría sido un defensor de la línea dura.
En 2006 habría ocupado la dirección de la organización armada, durante las fallidas negociaciones de ETA con el gobierno socialista español de José Luis Rodríguez Zapatero, en las que habría participado directamente.
Los investigadores sospechan que torpedeó el "proceso de paz", en particular organizando el espectacular atentado de diciembre de 2006 en el aeropuerto de Barajas en el que murieron dos ecuatorianos y rompiendo de hecho el "cese al fuego permanente" decretado en marzo de ese año.
La policía española sospechaba que había ordenado el asesinato de un ex representante municipal socialista vasco, Isais Carrasco, ultimado a sangre fría en marzo de 2008, dos días antes de las elecciones legislativas españolas.
El 20 de octubre de 2011, ETA, considerada por la Unión Europea como una organización "terrorista", anunció que renunciaba a la violencia tras 40 años de lucha armada. Se la considera responsable de la muerte de 829 personas en ese periodo.
