3:46 p.m. - BOGOTÁ, Colombia (AP). -Las autoridades exhibieron a la prensa hoy sábado el cadáver del alto dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Iván Ríos", asesinado por su jefe de seguridad a quien se le permitió dar una rueda de prensa en la que relató cómo mató al guerrillero, al cual le cortó la mano derecha.
"Alias Rojas'', como ha sido identificado por las autoridades, contó a los periodistas que eliminó a Iván Ríos a fin de bajar la presión del ejército sobre el frente 47 de las FARC, que opera en el noroccidente del país.
"Lo hice por la presión del ejército colombiano... para salvar mi vida y la de mi compañera y de otro compañero", dijo Rojas en la rueda de prensa en el cuartel de San Mateo, Pereira, a 175 kilómetros al suroeste de Bogotá, adonde también fue conducido el cadáver de Ríos.
El cuerpo yacía en el piso de un helicóptero militar, en una bolsa plástica negra, semiabierta, que lo dejaba verlo desde el pecho hasta la cabeza, vestido con uniforme de camuflaje verde, y con la huella de haber recibido un disparo en la frente.
Junto a él estaba otra bolsa plática cerrada en la que el ejército dijo que contenía el cuerpo de la compañera sentimental de Ríos, "alias Andrea", también asesinada.
Rojas, al que el ejército no identificaba con su verdadero nombre, era jefe de seguridad de Ríos, su hombre de confianza. Llegó el jueves a una unidad militar de la región con la mano derecha del asesinado, como demostración de que realmente lo había ultimado.
También entregó la cédula de ciudadanía, el pasaporte y un computador personal de Ríos, según indicó el ministerio de Defensa.
El guerrillero dijo que mató a su jefe el lunes, porque el grupo rebelde de la zona de Caldas, en el noroccidente del país, estaba siendo acosado por intensos ataques del ejército. Agregó que allí debían estar aún varios de sus compañeros en una situación desesperada.
"Los muchachos ven la situación difícil. La alimentación escaseaba, y en este momento deben estar sin comida, y la presión sigue en la zona... y (sentíamos) que en cualquier momento entraban las tropas", añadió.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, explicó el sábado que desde el 17 de febrero se mantenía un cerco en el lugar, y que desde ese día se habían producido al menos siete combates entre tropas del estado y los rebeldes.
