LIMA, Perú. (DPA).- El presidente del Perú, Ollanta Humala, propuso hoy al arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, como posible mediador para un diálogo entre el gobierno central y las autoridades del departamento de Cajamarca, donde la rebeldía contra un proyecto minero dejó este semana cinco muertos en choques con la policía.
Humala, muy criticado por su silencio en la crisis, dijo en el Canal N de televisión que el ministro de Justicia, Juan Jiménez, inició contactos para que el mesurado Cabrejos acepte la tarea. El mandatario lamentó las muertes de esta semana, todas de civiles, y reconoció que la Policía "pisó el palito" y actuó con violencia excesiva.
La policía "falló en la prevención y cayó en la provocación", reconoció Humala, que culpó además a "líderes radicales" que buscan "martirizarse", aparente referencia a lo ocurrido con el sacerdote suspendido Marco Arana, detenido en una operación criticada desde diversos sectores por la innecesaria agresividad de los uniformados.
Según Humala, el gobierno "tiene la puerta abierta al diálogo, pero sin imposición de nadie". En ese marco, reconoció que no será fácil tratar con los líderes de la rebeldía, a los que acusó de intransigentes y contrarios a los intereses del pueblo cajamarquino.
Cajamarca, en rebeldía contra el proyecto aurífero Conga por el supuesto impacto negativo en el sistema hídrico, vivía hoy tensa calma tras los incidentes que se registraron sobre todo en las provincias de Cajamarca, Celendín y Hualgayoc.
