RÍO DE JANEIRO, Brasil. (DPA).– La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica comenzó hoy en Río de Janeiro con la participación de cientos de miles de jóvenes de todas partes del mundo y un tono “latinoamericanista” dado por el arzobispo de Río, Orani Tempesta, quien celebró la misa inaugural de la jornada.
“En forma providencial, esta jornada estaba destinada a ser una jornada que por segunda vez, el retornar a Latinoamérica tras 26 años, fuera el lugar de acogida del primer viaje apostólico del primer papa latinoamericano de la historia, el papa Francisco, que vino a presidir este bello e importante momento de la vida de la iglesia en estas tierras”, dijo Tempesta, en alusión a la Jornada de 1987, en Buenos Aires.
El religioso recordó que la elección de Río para recibir la presente JMJ fue del papa emérito Benedicto XVI, durante la última misa de la anterior edición del evento, celebrada en Madrid, en agosto de 2011.
“Le agradecemos a él la elección y las orientaciones, por el tema de la Jornada y por el incentivo”, indicó, en alusión a la consigna de este año: “Id y haced discípulos entre todas las naciones”.
Agregó que a partir del jueves próximo, después de que Francisco, hoy ausente en la ceremonia, celebre la esperada misa en la playa que “se volvió más bella por la presencia de los jóvenes”, la iglesia podrá afirmar: “El primer papa latinoamericano de la historia pisó como Sumo Pontífice el suelo de Latinoamérica en este santuario mundial de la juventud en el que se transformó la ciudad en estos días”.
