LONDRES, Inglaterra. (EFE).– La joven pakistaní Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2014 con el indio Kailash Satyarthi, declaró hoy, viernes, que el galardón “no es el fin, sino el principio” y lo dedicó a todos los niños “cuyas voces necesitan ser escuchadas”.
En una intervención tras salir del colegio en Birmingham (centro de Inglaterra), Yousafzai, de 17 años, dijo sentirse “muy honrada” con el reconocimiento y de compartirlo con el activista indio Kailash Satyarthi, lo que simboliza “el amor entre la India y Pakistán”.
El Nobel de la Paz 2014 premió hoy, viernes, los esfuerzos por los derechos de los niños de la adolescente paquistaní y el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil.
“Quiero ver a todos los niños yendo al colegio y beneficiándose de una educación”, afirmó la joven, que empezó su discurso con una referencia a Alá por su fe musulmana.
“Quiero ver a todos los niños yendo al colegio y beneficiándose de una educación”, afirmó la joven, que empezó su discurso con una referencia a Alá por su fe musulmana.
Cubierta con un colorido velo islámico, Malala explicó que se enteró de que había ganado el Premio Nobel porque se lo dijo una profesora durante la lección de química, y agradeció el apoyo recibido de maestros y compañeros.
“El premio no me servirá para aprobar mis exámenes, eso dependerá de lo duro que trabaje”, aclaró.
La adolescente, que saltó a la fama cuando en 2012 fue herida a disparos por un talibán en Pakistán por defender el derecho a la educación de las niñas, expresó su “orgullo” por ser la primera pakistaní que gana el Nobel y la persona más joven.
La escolar subrayó que estaba “muy feliz” de que haya “tantas personas luchando por los derechos de los niños” y constató: “No estoy sola”.