En la primera audiencia general del año, ante cientos de peregrinos de todo el mundo reunidos en el Aula Pablo VI de El Vaticano, el papa Francisco retomó su ciclo de catequesis sobre la oración y crítico con fuerza a los cristianos hipócritas.
“Cuántas veces hemos sido testigos del escándalo de aquellas personas que van a la Iglesia –y se pasan el día allí o van todos los días– y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente”, ha subrayado.
“Esto es un escándalo. Es mejor no ir a la Iglesia. Vive así, como un ateo. Pero si vas a la Iglesia vive como un hijo, como un hermano y da un auténtico testimonio, no un contratestimonio”, advirtió a continuación.
Para el pontífice estas personas son “hipócritas” que solo rezan “para ser admirados por los demás”, pero su oración es un “rezo pagano, sin Dios”. “Ni ellos serán capaces de dialogar con Dios ni tampoco los que rezan como papagallos”, insistió el papa Francisco.
“El único testigo de la oración cristiana es la propia conciencia, pues es un diálogo íntimo con el padre que nos ama”, destacó.
Jorge Mario Bergoglio presidió todos los actos litúrgicos en su sexta Navidad como pontífice que comenzó, como es habitual, con la celebración en El Vaticano de la misa del Gallo en la que pidió a los católicos que superen los egoísmos sin “en la mundanidad y el consumismo”.
Durante la bendición Urbi et Orbi –que se imparte solo en Semana Santa, Navidad y tras la elección de un Pontífice– el papa clamó por un mundo más justo y fraterno donde las diferencias no sean “un daño o un peligro” sino “una riqueza” y extendió este deseo a las zonas golpeadas por conflictos violentos como Siria, Venezuela o Nicaragua.
Asomado al balcón de la logia Central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición Urbi et Orbi (A la ciudad y al mundo) –que solo es impartida el día de su elección, en Navidad y en Semana Santa– Bergoglio hizo un repaso de la violencia que se vive en el mundo.
Al hablar de Venezuela instó a “encontrar de nuevo la concordia” a través del trabajo fraterno de la sociedad trabajen para llevar adelante “el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”. Y sobre Nicaragua llamó a sus ciudadanos a redescubrirse “hermanos” para que “no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.

