11:16 a.m. - CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica. (AP). -Primero Wayne Rooney y Cristiano Ronaldo, ahora Lionel Messi.
Se supone que los tres brillaran con luz propia en la Copa del Mundo y remecieran las redes a granel tras acumular 114 goles entre los tres con sus respectivos clubes, pero se fueron de Sudáfrica con apenas una diana en 13 partidos.
Messi fue el mejor del trío con varios destellos de sus genialidades, pero jamás encontró el gol y se desinfló en el peor momento posible: la derrota 4-0 ante Alemania el sábado por los cuartos de final.
Rooney fue una sombra del jugador que asusta a las defensas con el Manchester United y ni hablar de Cristiano, quien marcó el único gol del trío pero hay más fotografías del atacante del Real Madrid quejándose y discutiendo que realizando buenas jugadas.
Con un talento casi infinito y todos menores de 25 años, los que muchos consideran como los tres mejores futbolistas del mundo resultaron ser las grandes decepciones del Mundial.
En el caso de Rooney, parece ser que fue un caso de cansancio. En contadas ocasiones el delantero de 24 años de Inglaterra pudo superar en velocidad a las defensas tras una campaña en la liga Premier en la que marcó 34 goles.
Cristiano, por su parte, marcó su único tanto en un partido que Portugal ganaba por paliza contra Corea del Norte.
Ni siquiera la cinta de capitán pudo inspirar al atacante de 25 años, que en varias ocasiones lució desconectado de sus compañeros, descuidó la defensa, perdió balones fáciles y en general estuvo apático.
Messi le dio municiones a los críticos que decían que no rinde con la selección argentina como lo hace con el Barcelona, con el que anotó 47 goles en al campaña 2009-10.
El técnico argentino Diego Maradona se cansó de decir que la "Albiceleste'' es de Messi, pero en su segundo Mundial, el delantero de 23 años no la pudo llevar más allá de los cuartos de final.
