10:47 a.m. - WASHINGTON, Estados Unidos. (EFE).- El presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, y el vicepresidente Joe Biden se reunieron hoy en la Casa Blanca con altos ejecutivos de la petrolera británica BP para hablar sobre el derrame de crudo en el Golfo de México, informó la residencia oficial.
La reunión a puerta cerrada, la primera de los máximos directivos de British Petroleum (BP) con Obama desde el inicio del desastre, el pasado 20 de abril, comenzó a las 14:15 GMT y se prolongó por espacio de unos 20 minutos.
Ocho ejecutivos de la multinacional petrolera, incluido el presidente de la compañía, Carl-Henric Svanberg, el consejero delegado, Tony Hayward, y el responsable de BP America, Lamar McKay, entraron a la Casa Blanca poco antes de las 14:00 GMT.
El encuentro llega después de que Obama dijera ayer en un discurso a la nación en horario de máxima audiencia que obligaría a BP a pagar por su "imprudencia", que ha provocado el mayor desastre ecológico en la historia del país.
La compañía operaba la plataforma petrolífera en el Golfo de México que explotó el 20 de abril, en un accidente que se cobró la vida de once trabajadores.
Desde entonces, han salido a la luz documentos que indican que BP tomó decisiones arriesgadas en el diseño del pozo y no prestó atención a las señales que alertaban de problemas en el mismo.
El desastre, que obligará a BP a desembolsar miles de millones de dólares ha abierto un interrogante sobre el futuro de una empresa que juega un papel clave en la economía británica, ya que los fondos de pensiones han adquirido muchas acciones de la firma.
Además, BP pagó el año pasado mil 400 millones de dólares en impuestos al erario británico, unos ingresos muy bien recibidos en un país que trata desesperadamente de reducir su déficit.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy que BP necesita tener "certeza" sobre los gastos que deberá afrontar por el derrame del Golfo.
"Aunque es importante que paguen compensaciones razonables necesitan un grado de certidumbre", afirmó hoy Cameron en declaraciones a la BBC.
El mandatario británico insistió en que BP no está "rehuyendo" sus responsabilidades, al tiempo que restó importancia a los desacuerdos diplomáticos entre Londres y Washington por el vertido.
"Esto no debería de convertirse en un problema entre EU y Gran Bretaña", afirmó Cameron, quien añadió que ni Obama ni él quieren que eso ocurra.
La Casa Blanca quiere que BP establezca un fondo de compensación que se gestionaría de forma independiente y que serviría para financiar los gastos de las labores de limpieza, así como para indemnizar a las víctimas del derrame.
Obama dijo ayer que pediría a BP que destinara a ese fondo "los recursos que se le pidan" para compensar a los trabajadores y empresas que se han visto perjudicados por la fuga de crudo. "Y ese fondo no estará controlado por BP", subrayó Obama.
