El papa Francisco optó por viajar en un pequeño auto modelo Fiat en lugar de abordar la lujosa limosina que lo esperaba.
Pocos minutos después de arribar a la base aérea Andrews, a las afueras de Washington, el papa Francisco salió de la terminal del aeropuerto junto al presidente Barack Obama y la primera dama Michelle Obama. Subió al asiento trasero de un pequeño Fiat negro, bajó la ventanilla y saludó a la multitud.
Esa imagen es imposible de ver cuando el presidente Obama circula con su caravana, ya que tradicionalmente las mantiene cerradas por cuestiones de seguridad.
El papa Francisco recibió una bienvenida de estrella del rock and roll a su llegada a la base Andrews, en las afueras de Washington. Poco después el presidente Barack Obama caminó desde la terminal de la base al avión, donde ondeaban las banderas de Estados Unidos y El Vaticano.
Francisco salió de la aeronave entre atronadoras aclamaciones y se retiró el solideo mientras descendía la escalinata en un día lluvioso y con viento. Sonrió ampliamente y saludó a quienes le aplaudían antes de caminar por la alfombra roja junto a Obama.
El pontífice se detuvo al final de la alfombra para recibir un ramo de flores que le entregó una niña, luego él, Obama y sus comitivas, se dirigieron a la terminal.
El papa Francisco dice que no hará un llamado específico a levantar el embargo económico estadounidense que pesa sobre Cuba en su alocución en el Congreso estadounidense esta semana.
A pregunta de un periodista cubano en camino a Washington acerca de sus consideraciones acerca de esa medida y si pediría su eliminación, Francisco dijo que eso es parte de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba que está en proceso. “Mi deseo es que lleguen a un buen resultado”, dijo. “Que lleguen a un acuerdo que satisfaga a ambas partes”.
Adelantó que hablará de las relaciones bilaterales y multinacionales en su discurso ante el Congreso pero que el tema específico del embargo a Cuba “no será mencionado”.
