Rusia anunció el domingo la liberación de las últimas ballenas belugas que estaban hacinadas desde hace más de un año en estrechos estanques en Extremo Oriente y destinadas a ser vendidas en el extranjero, un caso que provocó la indignación internacional.
Las autoridades rusas se vieron obligadas a tomar medidas después de que en febrero se difundieran fotografías de 11 orcas y 93 ballenas belugas hacinadas desde el verano de 2018 en pequeñas piscinas cerca del puerto de Nakhodka, en el océano Pacífico, que pertenecían a empresarios privados.
Las últimas orcas cautivas fueron liberadas en agosto.
Rusia es el único país en el mundo que autoriza la captura y la venta de orcas y de ballenas belugas a acuarios, una polémica práctica que es posible gracias a fallas jurídicas, que las autoridades prometieron reformar.
La mayoría de las belugas y orcas cautivas en Nakhodka iban a ser vendidas a parques acuáticos en China.
"En la región del Primorie, la operación de liberación de los mamíferos marinos en su hábitat natural fue concluida", indicó en un comunicado el instituto ruso de oceanografía, que precisa que la operación había comenzado hace cinco días.
La organización rusa Sakhakin Watch celebró que "se llevara a cabo la liberación de todas las belugas y que la 'prisión de ballenas' haya finalmente liberado a sus últimos ocupantes".
Según esta, 21 belugas en total fueron puestas en libertad el domingo por dos navíos. La operación comenzó a las 09H00 hora local y se desarrolló hasta las 17H00. La oenegé lamentó en cambió que los guardacostas les obligaran a abandonar la bahía donde los mamíferos fueron devueltos al mar.
Una petición en el sitio change.org que reclamaba la liberación de estos animales había recogido más de 1.5 millones de firmas, incluido las de celebridades como el actor estadounidense Leonardo DiCaprio.
