Los ciudadanos y la clase política estadounidense continúan expectantes este domingo 24 de marzo por conocer las conclusiones del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la investigación rusa, un documento crucial para el futuro político de Donald Trump, que aspira a ser reelegido en 2020.
De acuerdo con varios medios, el informe debe ser entregado al Congreso este domingo.
El discreto y metódico Mueller entregó el viernes sus conclusiones tras una investigación de 675 días que ha tenido en suspenso a Estados Unidos, un caso que algunos no han dudado en comparar con el de Watergate, que llevó a Richard Nixon a la renuncia en agosto de 1974.
Veinticuatro horas más tarde, un enorme misterio rodeaba el documento. La Casa Blanca aseguró no haber sido informado sobre su contenido ni haber tenido acceso a él.
El informe debe responder dos preguntas centrales: si el equipo de Trump trabajó de la mano con Moscú durante la campaña de 2016, y si el 45° presidente de Estados Unidos intentó obstruir la justicia.
Habitualmente rápido para reaccionar sobre este caso cuya sombra ha sobrevolado su mandato desde hace dos años, Trump, quien se encuentra el fin de semana con su familia en su residencia de Mar-a-Lago, no ha dicho por el momento ni una palabra.
“Él está bien”, respondió simplemente su portavoz Hogan Gidley al ser consultado sobre el estado de ánimo del presidente estadounidense, que pasó el sábado en su campo de golf en West Palm Beach, Florida.
Desde hace meses, Trump ha denunciado insistentemente una “caza de brujas” que busca desacreditarlo (usó la expresión más de 180 veces en Twitter).
Y hace tres días, cuestionó abiertamente la legitimidad de la investigación, apelando a su amplio apoyo electoral.
“Es bastante extraordinario que cuando logras una gran victoria, alguien llega y redacta un informe sacado de la nada”, dijo. “Explíquenmelo, porque mis electores no lo entienden y yo no lo entiendo”.
