El presidente de El Salvador, Nayib Buekele, mantiene el plazo de una semana para que el Congreso, dominado por la oposición, apruebe su petición de un millonario préstamo para su plan de seguridad, al tiempo que justificó sus acciones de presión, argumentando tener el apoyo de la población.
Bukele, respaldado por los militares y partidarios, se presentó este domingo al Congreso para exigir que los diputados sesionarán, tras convocar a sesiones extraordinarias, pero el llamado no tuvo acogida.
En una entrevista con el diario El País de España, Bukele justificó su proceder sin mayor reparo a los temas de institucionalidad y separación de los poderes. Incluso, advirtió que la población no se ha tirado a las calles, porque según él, llamó a la calma.
Al ser consultado sobre la presencia de los militares en el Congreso salvadoreño se refugió en el tema abstracto de la subjetividad de una foto.
“Pero, qué es más grave, una foto de unos militares donde no se agredió a nadie, no hubo heridos, ni disparos… o saber que hubo diputados (de Gobiernos anteriores) que negociaron con pandilleros. Lo de los militares solo fue un acto de presencia. Fijarse en eso es estar enfocándose en lo superficial”, fue lo que respondió a El País el mandatario centroamericano a sobre la presencia militar en la Asamblea.
Incluso, en la entrevista telefónica, Bukele fue interrogado si esta acción de irrumpir en el Congreso con las armas no iba contra el orden constitucional y que era una amenaza a la legalidad, respondiendo que respeta la democracia.

“Si yo fuera un dictador o alguien que no respeta la democracia, ahora hubiera tomado el control de todo. Según las encuestas, el 90% del pueblo nos apoya. También lo hacen las Fuerzas Armadas y la policía. El pueblo se enojó cuando pedí calma, pero si hubiera querido hubiera tomado el control de todo el Gobierno esta noche. Si alguien prefiere enfocarse en una fotografía, está en su derecho, pero hay que ver todo lo que está pasando. El pueblo se dio cuenta que los diputados retiraron el apoyo a los soldados y a los policías que están en las calles y a quienes están matando”.
Esta tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo, se da por la no aprobación −por parte de los diputados− de un préstamo de 109 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica, destinados a financiar la tercera parte de un plan de seguridad contra las pandillas. Bukele dijo que se apegó al artículo 167 de la Constitución para hacer el llamado urgente al Congreso.
El gobierno de El Salvador plantea que estos fondos económicos serán para reforzar los planes de seguridad ante los altos índices de criminalidad y violencia.
En la entrevista a Bukele se hace referencia a que la organización internacional Human Rights Watch está pidiendo una evaluación de la situación en El Salvador a la Organización de Estados Americanos y contestó que si lo llaman enviará a su canciller para que explique la situación, pero que si el problema no se supera, podría pagar las consecuencias de enfrentarse al pueblo y defender a los diputados.
Bukele afirmó que el plazo de una semana para aprobar el crédito lo propusieron los propios diputados y que espera que se cumpla.
Lea aquí la entrevista completa con el diario El País.

