Vaciar la mente, recargar energías y volver a enfocarse. Esas son las claves del llamado menú de dopamina, un concepto impulsado por profesionales como el doctor Robert Wilfahrt, médico de familia de Mayo Clinic y especialista en TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Este menú no tiene que ver con comida, sino con actividades placenteras que estimulan la dopamina, la conocida “hormona del bienestar”, fundamental para la motivación, el estado de ánimo y la atención.
“Es una forma de ayudarnos a actuar según lo que nos conviene, no según lo que tenemos ganas de hacer en el momento”, explica Wilfahrt.
¿Cómo funciona?
Cuando enfrentamos una tarea difícil, lo natural es evitarla.
Pero el menú de dopamina propone otra vía: hacer una pausa breve, realizar una actividad que nos genere satisfacción, y luego retomar el trabajo con más disposición mental.
Algunas ideas simples para incluir en tu menú de dopamina:
Dar un paseo de 5 minutos.
Escuchar tu canción favorita a todo volumen.
Prepararte un té o café.
Abrazar a tu mascota.
Llamar a un ser querido.
Encender una vela aromática.
La clave está en elegir actividades accesibles, breves y reconfortantes, que interrumpan el bloqueo sin alejarnos del objetivo. El doctor Wilfahrt recomienda incluso usar temporizadores con intervalos poco comunes, como 13 minutos con 17 segundos, para reforzar la sensación de control.

“Este concepto es especialmente útil para quienes viven con TDAH, pero en realidad puede beneficiar a cualquiera que necesite recuperar el enfoque y cuidar su salud mental”, señala el especialista.
Salud cerebral: una prioridad para todas las edades
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud cerebral abarca funciones cognitivas, motoras, emocionales y sensoriales. Y aunque muchas condiciones neurológicas pueden afectar el cerebro a lo largo de la vida, también existen numerosas formas de promover su funcionamiento óptimo.
Entre las recomendaciones clave están:
Hacer ejercicio físico regular.
Dormir entre 7 y 9 horas por noche.
Reducir el estrés y mantener la vida social activa.
Seguir una dieta saludable para el cerebro, como la dieta MIND.
Estimular la mente con pasatiempos, lectura o música.
Protegerse de lesiones cerebrales y controlar enfermedades como la hipertensión o la diabetes.
Además, es importante evitar el consumo excesivo de alcohol y el uso indebido de medicamentos, que pueden afectar el funcionamiento neurológico.
¿Por qué importa todo esto?
Una buena salud cerebral no solo mejora la calidad de vida, sino que también tiene beneficios sociales y económicos. “Optimizar el bienestar del cerebro a lo largo de la vida ayuda a prevenir enfermedades, mejora la productividad y favorece relaciones más saludables”, indica la OMS.
Así que, la próxima vez que te sientas bloqueado, ansioso o disperso, recuerda que una caminata corta, una taza de té o una canción alegre pueden ser más que un simple descanso: pueden ser parte de una estrategia para cuidar tu mente.

