El gobierno de Estados Unidos firmó un acuerdo de “asociación estratégica” por 80,000 millones de dólares para aumentar la generación de energía nuclear destinada a abastecer al sector de la inteligencia artificial, anunció el martes la compañía Westinghouse.
La asociación entre el gobierno de Donald Trump y Brookfield Asset Management y Cameco, propietarias de Westinghouse, “acelerará el despliegue de la energía nuclear y la inteligencia artificial en Estados Unidos”, dijo la empresa en un comunicado.
Westinghouse no especifica cuándo estarán operativos los reactores nucleares. Un portavoz de la compañía aseguró que el acuerdo está relacionado con la orden ejecutiva de mayo de Trump para tener 10 “nuevos grandes reactores con diseño completo en construcción para 2030”.
El gobierno estadounidense financiará el proyecto, dijo el portavoz.
Esta es la mayor inversión de Washington en energía nuclear desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
“Esta asociación encarna la visión del presidente Trump de recuperar nuestra soberanía energética, crear empleos bien remunerados y situar a Estados Unidos a la vanguardia del renacimiento de la energía nuclear”, dijo el ministro de Comercio, Howard Lutnick, en el comunicado.
Estados Unidos no ha construido ninguna central nuclear nueva desde 2009. Además, por más de una década había abandonado esta fuente de energía, sobre todo debido a su deteriorada imagen en la opinión pública.
Esta impopularidad se debía, en gran parte, a una serie de accidentes: Three Mile Island (Estados Unidos, 1979), Chernóbil (Ex URSS, 1986) y Fukushima (Japón, 2011).
Los dos últimos reactores puestos en servicio en Estados Unidos costaron más de 30,000 millones de dólares, más del doble de los 14,000 millones previstos inicialmente. Pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia provocó un desequilibrio en el mercado energético, lo que llevó a los países a diversificar sus suministros.
A esto se sumó el aumento del consumo de electricidad en Estados Unidos, impulsado por el auge de los centros de datos y la revolución de la computación en la nube y la inteligencia artificial.
Gigantes tecnológicos como Google y Microsoft también han revelado importantes inversiones nucleares para satisfacer la alta demanda de energía de la IA.


