El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, capturado el martes a raíz de un pedido de extradición de Estados Unidos por narcotráfico, fue sometido a “humillaciones” durante el arresto, denunció este sábado su esposa, Ana García.
Hernández “fue sometido a un escarnio horroroso y humillante” y “durante más de 17 horas enfrentamos el horror, temimos por nuestras vidas e integridad sufriendo el asedio constante de 600 agentes de seguridad”, denunció en un comunicado García, que anunció que presentará las acusaciones ante las “autoridades competentes”.
Estados Unidos solicitó el lunes a Honduras la extradición de Hernández, acusándolo de exportar 500 toneladas de cocaína y recibir sobornos de capos como el mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, mientras fue presidente del Congreso y luego en dos periodos como presidente de la República entre 2010 y 2022.
Inmediatamente la vivienda del exmandatario fue rodeada por un fuerte contingente policial.
El martes, Hernández salió de su residencia e inmediatamente agentes del orden hondureños le colocaron un chaleco antibalas y lo esposaron de pies y manos, en una operación encabezada por el director de la policía, Ramón Sabillón, con apoyo de la agencia antidrogas estadounidense.
En seguida, fue trasladado a la sede de las Fuerzas Especiales de la policía, en Tegucigalpa.
El miércoles compareció ante un juez que le leyó los cargos y lo regresó a la sede policial para que comparezca de nuevo en una segunda audiencia en el tribunal el 16 de marzo.
De “forma cruel y degradante” hubo “una sobreexposición al público a través de medios de comunicación, incluso utilizando drones que sobrevolaron nuestra casa invadiendo de forma abrupta nuestra privacidad”, sentenció la ex primera dama.


