Las familias de los 136 rehenes cautivos en Gaza concluyeron este domingo una movilización de 24 horas para presionar al Gobierno israelí para que logre su liberación tras 100 días de cautiverio desde que estalló la guerra con el grupo islamista palestino Hamás, el pasado 7 de octubre.
El acto, que empezó el sábado al anochecer en la ahora denominada Plaza de los Rehenes de Tel Aviv -situada en el centro de la ciudad y punto de protesta semanal para parientes, allegados y ciudadanos israelíes que piden la puesta en libertad de los cautivos- acabó con la intervención del presidente israelí, Isaac Herzog, después de que otros exrehenes, figuras políticas e internacionales intervinieran.
“100 días largo de cautiverio, 100 días largos de soledad. Están retenidos cruelmente en la oscuridad en túneles sin atención médica, sufriendo terriblemente”, lamentó Herzog.
Según aseguró, lograr la libertad de los 136 rehenes -entre los cuales se cree que unos 25 están muertos- va más allá “de cualquier debate o desacuerdo” en el ámbito político o militar.
“Toda una nación unida está con ustedes en torno a la obligación de devolver a todos los rehenes a sus hogares y restablecer la seguridad para todos los ciudadanos israelíes”, dijo el presidente israelí a las familias, asegurando que “la cuestión de los cautivos no debe desaparecer de la agenda pública y global”, algo en lo que prometió que seguirá trabajando como jefe de Estado de Israel.

Según los organizadores de la movilización, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, alrededor de 300,000 personas participaron en la movilización durante parte de sus 24 horas de duración, en la que hubieron intervenciones virtuales con mensajes del presidente francés, Emmanuel Macron, o de otro expresidente, Nicolas Sarkozy.
Asimismo, uno de los últimos en intervenir ante los congregados fue el ex primer ministro y líder de la oposición israelí, Yair Lapid, que denunció que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu “no está haciendo lo suficiente” para liberar a los rehenes.
Según remarcó, entre los objetivos marcados por Israel en su ofensiva en Gaza, “devolver a los rehenes es el más urgente”, más que erradicar y desmantelar la estructura militar de Hamás.
“Los rehenes no fueron capturados en combate. Están ahí porque el Estado de Israel fracasó y los abandonó”, dijo Lapid, que calificó la toma por parte de las milicias palestinas de unos 250 rehenes el 7 de octubre como “el fracasó más terrible de la historia” israelí.
En total, 110 cautivos fueron liberados, 105 de ellos durante una tregua de una semana a finales de noviembre a cambio de la puesta en libertad de 240 presos palestinos. A su vez, Israel logró recuperar los cuerpos de 11 rehenes muertos, y las propias fuerzas israelíes mataron a un total de cuatro secuestrados por error, uno de ellos durante una operación de rescate fallida.
