Irán anunció este domingo la "quinta y última fase" de su plan de reducción de compromisos en materia nuclear, y afirmó que se desliga de cualquier límite "al número de sus centrifugadoras" de uranio.
El anuncio de Teherán se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, abatido el viernes en un bombardeo estadounidense en Bagdad.
En un comunicado, el gobierno de la República Islámica indicó, no obstante, que "la cooperación de Irán con el OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica, que controla minuciosamente el programa nuclear de Teherán] continuará como antes".
El gobierno señaló que, "a causa" de su decisión sobre las centrifugadoras, "ya no queda ningún obstáculo que dificulte el programa nuclear de la República Islámica de Irán en el plano operativo", ya se trate de la "capacidad para enriquecer [uranio], del nivel de enriquecimiento [de uranio], de la cantidad del material enriquecido o de la investigación y el desarrollo".
Aún así, Teherán agregó que "el programa nuclear de Irán, a partir de ahora, se desarrollará únicamente en base a las necesidades técnicas del país".
Hasta ahora, la República Islámica siempre había indicado que necesitaba enriquecer uranio en torno al 5%, no más, un nivel suficiente para producir el combustible necesario para producir electricidad en una central nuclear.
El comunicado no explicaba, sin embargo, si las necesidades técnicas del país han cambiado.
Eso sí, el gobierno reiteró que está dispuesto a dar marcha atrás en cualquier momento.
“Si las sanciones [contra Irán, reimpuestas y endurecidas por Estados Unidos desde 2018] se retiran, e Irán goza de los beneficios” esperados por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear, rubricado en 2015, la República Islámica está dispuesta “a volver” a la aplicación completa de sus compromisos, señaló el Ejecutivo en su nota.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó el domingo a Teherán con “represalias importantes” ante un eventual ataque iraní contra instalaciones estadounidenses en Medio Oriente.
“Si hacen algo, habrá grandes represalias”, dijo Trump a bordo del avión presidencial Air Force One, de regreso a Washington desde Florida. Además, el mandatario amenazó a Irak con sanciones “muy grandes” si obliga a las tropas estadounidenses a abandonar su territorio, luego de que el Parlamento de Bagdad votara el domingo a favor de la expulsión de las fuerzas desplegadas por Washington.
Trump afirma que puede prescindir de aprobación del Congreso para ataques
Trump se mofó este domingo de las críticas por el asesinato de un alto general iraní por parte de Estados Unidos, al decir que no necesitaba la aprobación del Congreso, incluso para un ataque “desproporcionado”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lideró el repudio contra la decisión de Trump de autorizar un ataque con drones contra Qasem Soleimani en Bagdad, del que se informó oficialmente al Congreso el sábado, casi 48 horas después.
Dos congresistas demócratas anunciaron el domingo que presentarían una resolución ante la Cámara de Representantes para no permitir que Trump lleve unilateralmente al país a una guerra con Irán.
Pero Trump desafió los reclamos de que las operaciones militares necesitaban la aprobación del Congreso, al decir que esa era una instancia "no requerida".
Luego, agregó que su tuit hubiera servido de notificación si decidiera golpear nuevamente a Irán.
"Estos posteos servirán como notificación para el Congreso de Estados Unidos de que si Irán ataca a cualquier persona u objetivo estadounidense, Estados Unidos va a responder rápida y completamente, y tal vez de forma desproporcionada", escribió Trump.
"¡Ese aviso legal no es requerido, pero sin embargo se los doy!", añadió.
Aunque administraciones anteriores han tratado de tener apoyo bipartidario para operaciones militares significativas, con avisos a sus opositores antes de actuar, esta vez ni Pelosi ni el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, fueron advertidos acerca del ataque contra Soleimani.
Furiosa, Pelosi dijo que "este inicio de hostilidades" fue sin consultar al Congreso y sin brindar una estrategia clara y legítima al Congreso o a la gente.
"Reitero mi llamado a la administración para una reunión informativa inmediata y completa con el Congreso sobre la acción militar relacionada con Irán y los próximos pasos bajo consideración", dijo en un comunicado.
Schumer dijo a la cadena ABC que le preocupaba que el presidente arrastrara a Estados Unidos a “lo que él (Trump) llama otra guerra interminable en Medio Oriente”.
“Estoy realmente preocupado, y es por eso que el Congreso debe reafirmarse. No creo que el presidente tenga autoridad para ir a la guerra sin la aprobación del Congreso”, agregó.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que la administración había comenzado a informar a los líderes del Congreso sobre el tema y prometió "mantenerlos completamente informados".
Consultado sobre si la administración buscaría autorización para cualquier nueva acción militar, dijo a ABC: “Tenemos toda la autoridad que necesitamos para hacer lo que hemos hecho hasta ahora. Continuaremos haciendo las cosas de manera apropiada, legal y constitucional”.

