Italia registró el miércoles un número récord de nuevos casos de coronavirus. La propagación del contagio superó los niveles alcanzados en el pico del brote en la primavera pasada.
Los casos nuevos aumentaron a 7,332, más que las 6,557 infecciones en el pico de la pandemia el 21 de marzo. El aumento refleja, al menos en parte, evaluaciones más exhaustivas. Las pruebas diarias totalizaron 152,196, casi 10 veces el promedio diario de marzo de 15,752.
El resurgimiento en Italia, el epicentro original del virus en Europa, ha sido hasta ahora menos severo que en Francia o España, pero el brote se ha ido acelerando en los últimos días. Para explicar la discrepancia, expertos han citado la intensidad y duración del cierre de la primavera en Italia y la reapertura relativamente tardía de las escuelas del país.
Pero con el nuevo aumento de las hospitalizaciones, especialmente en las regiones del sur que en gran medida se salvaron del brote inicial, el Gobierno del primer ministro, Giuseppe Conte, volvió a imponer la semana pasada el uso obligatorio de tapabocas al aire libre y esta semana agregó nuevas restricciones a la vida nocturna, los eventos sociales y los deportes como hobby.
El número de pacientes en las unidades de cuidados intensivos aumentó el miércoles en 25 a 539. Esto contrasta con 337 hace una semana, pero sigue siendo una fracción del pico de principios de abril de más de 4,000. Las muertes diarias aumentaron a 43 desde 41 el martes.
Conte ha descartado repetidamente volver a cerrar completamente el país, luego de que un bloqueo de tres meses en la primavera golpeara aún más a la economía ya debilitada de Italia. Algunos expertos han cuestionado si se puede evitar un nuevo cierre si el ritmo de las nuevas infecciones no se ralentiza.

