Aunque cada año, Belén se convierte en un foco de atención mundial como el escenario de la Natividad (el nacimiento de Cristo), sus festejos se vieron opacados en los dos últimos años por la devastadora guerra en Gaza.
La Iglesia de la Natividad, punto central de referencia para los cristianos del mundo entero, reanudó sus actividades festivas.
Allí se celebró la Misa de Medianoche, a la que asistieron palestinos, peregrinos y funcionarios de varios países.
En la homilía, el Patriarca Latino, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, recordó que “el sufrimiento sigue presente en Gaza” y que el futuro se asoma “frágil”.
Israel y Hamás sellaron el 10 de octubre un acuerdo de cese el fuego.
“Las heridas son profundas, pero incluso allí, justo allí, resuena el anuncio de la Navidad”, dijo Pizzaballa.



