La fiscal parisina Laure Beccuau ha revelado el sábado que el equipo a cargo de la investigación sobre las joyas sustraídas del Museo del Louvre cuenta con más de un centenar de agentes de “alto nivel” y confía en la identificación “tarde o temprano” de los responsables.
“El número de investigadores ha aumentado desde el pasado domingo. Había unos 60, y ahora hay más de 100. En comparación con una investigación tradicional, los recursos se han multiplicado por diez”, ha aseverado Beccuau en una entrevista para el semanario galo Le Journal du Dimanche en la que ha subrayado también que, “dentro de la jurisdicción interregional especializada de la fiscalía de París, una magistrada se dedica a este caso a tiempo completo, las 24 horas del día”.
La fiscal ha señalado que el equipo que conduce esta investigación cuenta además con el respaldo de “otros magistrados” a los que movilizar “si hay avances positivos” y ha hecho hincapié en el carácter “especializado” de los recursos a su disposición.
MÁS DE 150 MUESTRAS DE ADN
En lo que a las pruebas recabadas hasta el momento respecta, Laure Beccuau ha señalado que “se han tomado más de 150 muestras de ADN, papilares y otros rastros útiles”, y que todas ellas están siendo ya analizadas.
“Además, se ha completado el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad del Louvre y la jefatura de policía. Se continúa trabajando en las grabaciones de la dirección de escape para rastrearlas hasta un posible punto de partida”, ha avanzado, tildando la labor de los equipos implicados de “titánica”.
En la misma línea, ha advertido de que los investigadores trabajan prácticamente a contrarreloj, pues cuentan con la “presión añadida” de arrestar a los perpetradores del robo “antes de que tengan la mala idea de desenroscar o fundir las joyas”.
UNA GANANCIA ‘MISERABLE’
En relación a su precio, la fiscal ha puntualizado que los ladrones no recibirían bajo ningún concepto 88 millones de euros por su ‘botín’, dado que esta cifra se corresponde con el valor estimado de las piezas en cuestión en el mercado legal de coleccionistas.
“Sin embargo, estos objetos, de inestimable valor histórico, son parte de nuestro patrimonio y nuestra historia compartida. Esta desproporción entre el daño causado y la miserable ganancia es asombrosa e inaceptable”, ha lamentado, al tiempo que ha apuntado a la presunta existencia de una organización detrás del este incidente.
“Estamos absolutamente seguros de que existe una organización. Personalmente, creo que no actuaron así sin pensar que tenían a alguien a quien confiar las joyas para que hiciera algo con ellas. Sin embargo, no puedo determinar si tienen experiencia previa o si pertenecen al crimen organizado vinculado al narcotráfico”, ha aclarado la fiscal durante su entrevista.

