De acuerdo con un reportaje del diario británico The Guardian, cientos de migrantes venezolanos que fueron rechazados en la frontera de Estados Unidos permanecen varados en el puerto panameño de Miramar, en condiciones precarias y a la espera de poder regresar al sur.
El fenómeno, descrito como un “flujo inverso” migratorio, ha afectado a más de 14,000 personas desde que Donald Trump cerró las fronteras e impulsó nuevas medidas restrictivas.
Muchos de ellos, tras haber cruzado el Tapón del Darién y gastado miles de dólares en su trayecto, ahora desandan el camino hacia Colombia, donde enfrentan nuevamente riesgos de violencia, estafas y abusos, destaca el diario.
En Miramar, los migrantes sobreviven en casas abandonadas y campamentos improvisados, sin recursos para continuar y expuestos a la desnutrición y al crimen organizado.

Organismos internacionales y ONG advierten que la falta de planes de contingencia de los gobiernos y la reducción de la ayuda humanitaria agravan la crisis.
“Es difícil tener que regresar con las manos vacías, sin el sueño americano”, lamentó Gabriela, una joven madre venezolana entrevistada por el medio británico.
Panamá registró una baja significativa de migrantes por las trochas del Darién, en comparación con hace un año.
En julio de 2024, más de 221 mil migrantes atravesaron la selva; en julio de 2025, solo 2,934 se atrevieron a cruzar, destacan cifras oficiales.
Por otra parte, las defensorías del pueblo de Costa Rica, Panamá y Colombia han advertido recientemente sobre un deterioro humanitario en la región, provocado por el incremento de la migración inversa, es decir, aquellos migrantes que retornan a sus países de origen porque no pudieron ingresar a Estados Unidos.
Un informe, presentado en Bogotá con respaldo de la ONU, da cuenta de que, en lo que va de 2025, más de 14,000 personas han sido devueltas desde México y Estados Unidos-
De acuerdo con el documento, los retornos tienen varias causas: las modificaciones en la política migratoria estadounidense (46%), la negativa de ingreso a ese país (49%), la falta de dinero para continuar el trayecto (34%) y la violencia sufrida en tránsito (27%).


