Rusia afirmó este viernes en el Consejo de Seguridad que su objetivo no ha sido ni es “la destrucción de Ucrania” ni la “desucranización” de su territorio, sino tener al oeste “un vecino pacífico y amigo que no nos amenace”, en una sesión del Consejo celebrada para marcar el primer aniversario de la invasión rusa a Ucrania.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, añadió que lo que su país llama “operación especial” –pues ha prohibido la palabra “guerra”– cesará cuando considere garantizado que en Ucrania ya no se practica “el genocidio y la discriminación de los rusohablantes” en el este de su territorio, aunque no dijo en ningún momento que piensa retirarse de esas regiones.
E incluyó además otras condiciones para cesar la guerra: “Resolver ese conflicto es inseparable de la cuestión de la seguridad europea, que parece funcionar solo para los países occidentales”, y criticó concretamente la concepción occidental de que la OTAN “tiene un derecho absoluto a ampliarse sin control”.
Con todas esas premisas, Nebenzia afirmó: “Estamos listos para negociar, pero no vamos a considerar cualquier mecanismo”; y además dijo observar que “Occidente no parece estar interesado en acabar con las hostilidades”, ya sea para dar salida a su producción de armas o, en el caso de Washington, para debilitar de paso a su supuesto socio europeo.
Nebenzia se refirió muy brevemente a la iniciativa china presentada este viernes en Pekín para cesar la guerra y dijo que su país “da la bienvenida a la propuesta china”, pero inmediatamente añadió que “la palabra la tiene ahora Occidente”, y más precisamente Washington.
