El sistema de salud en México ha quedado rebasado ante el aumento de casos de enfermedad renal y la demanda de tratamientos, coincidieron este domingo especialistas y representantes de asociaciones de personas con este padecimiento.
En un foro convocado por enfermos renales y asociaciones civiles, Georgina Velasco, presidenta de la organización “Trasplantados en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde”, dijo que en los hospitales públicos faltan unidades de hemodiálisis para atender la demanda, lo que hace que los pacientes deban esperar por meses un tratamiento.
“Actualmente no existen suficientes unidades de hemodiálisis en el sector público y tenemos una larga lista de espera de pacientes que solicitan acceder a este tratamiento, es prioritario ampliar esta unidades en las instituciones públicas y mejorar la calidad del servicio de las públicas y privadas”, dijo durante su intervención.
Recordó que existe la Norma Oficial Mexicana (NOM) 007SSA3 que desde 2010 regula el funcionamiento de este tipo de unidades pero para que la normatividad sea viable es necesario que las autoridades otorguen el presupuesto para que los hospitales amplíen las posibilidades de ofrecer este tratamiento.
Añadió que una persona con enfermedad renal necesita tres sesiones semanales de hemodiálisis con costos entre 900 y 1.200 pesos (44 y 58 dólares) por cada vez, una suma que “es inalcanzable para la mayoría de los pacientes” y que se traduce en tratamientos incompletos y de mala calidad que redunda en deterioro de la salud y la muerte.
Esta falta de tratamientos de hemodiálisis se suma al “gravísimo desabasto de medicamentos” vitales para conservar la calidad de vida para quienes tienen tratamientos sustitutivos y cuyos costos están fuera del alcance de la mayoría de los enfermos pues asciende a 13.000 pesos mensuales (636 dólares).

