El gobierno ruso ordenó este sábado 26 de febrero ampliar la ofensiva contra Ucrania “en todas las direcciones”, tras el fracaso de una tentativa de tomar Kiev, la capital, donde rige un toque de queda total.
En el tercer día de la invasión ordenada este jueves por el presidente ruso, Vladimir Putin, los habitantes de Kiev viven al ritmo de las sirenas y corren a los sótanos para ponerse al abrigo de las explosiones.
El ejército ucraniano anunció que había rechazado un asalto a la capital pero que seguía luchando contra “grupos de saboteadores” rusos infiltrados en la ciudad.
Su alcalde, Vitali Klitschko, decretó un toque de queda total hasta el lunes a las 8:00 a.m. hora local (06:00 GMT).
El Ministerio de Defensa ruso informó que Rusia disparó misiles de crucero contra objetivos militares y ordenó “ampliar la ofensiva en todas las direcciones”, alegando que ucrania “rechazó” entablar negociaciones.
El ejército ruso tomó además “el control total de la ciudad de Melitópol”, en el sur de Ucrania, cerca de Crimea, la península anexada por Moscú en 2014, agregó el portavoz ministerial, Igor Konashenkov.
Según Konashenkov las fuerzas separatistas de los territorios de Donetsk y Lugansk (este), apoyadas por Rusia ganaron terreno. Esta afirmación no ha podido ser verificada por fuentes independientes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, juró que su país no se rendiría ante el Kremlin.
“Estoy aquí. No depondremos las armas. Defenderemos nuestro estado porque nuestras armas son la verdad”, afirmó el mandatario, de 44 años.


