Turquía impuso el sábado un confinamiento total para las personas de más de 65 años y para aquellas que sufren enfermedades crónicas, con el fin de limitar la propagación del nuevo coronavirus en su territorio.
A partir del sábado a medianoche, las personas de más de 65 años y aquellas que sufren patologías crónicas, fundamentalmente respiratorias, o están obligadas a seguir un tratamiento que debilita sus defensas inmunitarias, no podrán salir de sus casas, indicó el ministerio de Interior.

El ministerio justificó esta medida por el hecho de que las personas mayores o frágiles "siguen yendo a los espacios públicos como parques o usan los transportes sin que sea necesario, lo cual representa un alto riesgo para su salud y la de todos".
Para ayudar a estas personas, se formarán grupos de apoyo formados por fuerzas del orden y voluntarios que ayudarán a estas personas confinadas que no tengan familiares a los que recurrir, añadió el ministerio, que no dio detalles sobre la duración de este confinamiento y las sanciones en caso de que las personas no lo respeten.
El anuncio se produce coincidiendo con un aumento del número de casos en Turquía, que ya registra 670 contagios y nueve muertes.
El viernes, el presidente Recep Tayyip Erdogan instó a los ciudadanos a salir de casa únicamente por necesidad. Turquía ya ha cerrado las escuelas, bares y restaurantes y suspendió las conexiones aéreas con 68 países.
