Es evidente que Balbina Herrera sabe cómo ganar perdiendo. La aspirante a la Alcaldía de Panamá en las elecciones primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD) se halla entre los pocos miembros de ese colectivo que ofrece una voz solidaria a Roberto 'Bobby' Velásquez, hasta hace unos días también aspirante al segundo cargo de elección popular más importante del país.
Velásquez desistió de sus pretensiones por la reproducción de una conversación con amenazas e improperios dirigidos a otro aspirante del PRD, José Luis Fábrega.
Sentada frente a la puerta principal de su casa ubicada en el cerro Ancón, con música en tono bajo de una murga a sus espaldas, hacia las 7.30 a.m., Balbina Herrera expresa sobre Velásquez que debió corregir sus palabras, que lo mejor habría sido rectificar el camino y que en varias oportunidades ha hablado con él tras su renuncia.
“Nos hemos escrito correos electrónicos, y sé por lo que está pasando. Hace unos años viví una situación parecida”, dice.
Las otras figuras del PRD se pronuncian en términos rotundos sobre lo sucedido con Velásquez. Hablan de decisiones ejemplares y denuncian campañas sucias en su contra.
Balbina Herrera, por ahora, al contrario de la mayoría del PRD, presenta una posición alejada de revanchismos personales hasta decir que en caso de salir derrotada solo trabajará por el bien del partido. Sin importar los resultados, se declara triunfadora.
Al filo de los 59 años de edad, Herrera se enlista en otra carrera por un cargo de elección popular. Esta vez se trata de una competencia por un puesto que ocupó hace más de 25 años -pero en el distrito de San Miguelito- en medio de polémicas y un complejo entorno político.
Los tiempos cambiaron y ahora la llegada a la Alcaldía de Panamá será el cierre esperado por una mujer que como pocos panameños encarna el pasado y el presente del país.
Antes de salir a ejercer el sufragio en la mesa de votación ubicada en el Instituto Bolívar, estalló la música de la murga por unos momentos. Entonces un rugido atronador que llegaba desde las calles acalló a las trompetas y los tambores.
Eran las motocicletas de tipo Harley Davidson que llegaban por Balbina Herrera. Se fueron con ella. Iban a hacer política.
Balbina Herrera, entre la murga y las motocicletas
02 jun 2013 - 07:45 PM