La celiaquía es una alteración del sistema inmune del cuerpo, que imposibilita al ser humano que la padece el digerir una proteína presente en el trigo, cebada y centeno, conocida como gluten.
Es una alteración genética que se manifiesta en cualquier momento de la vida, después de algún evento que lo desencadena. Los síntomas son muy variados. Puede caracterizarse por dolor abdominal, diarrea, “gases”, náuseas, vómitos o síntomas extraintestinales, como anemia inexplicable, depresión, ansiedad, dolores de cabeza y otras. Estos síntomas dependen mucho de la edad a la cual aparecen y la cantidad de gluten ingerido.
No se sabe a qué se debe, pero sí son conocidos los genes que tienen las personas que la padecen. Alrededor del 10%-20% de los pacientes tienen algún familiar en primer o segundo grado de consanguinidad afectado.
Es importante destacar que los síntomas se desarrollan cuando se ingiere gluten, por eso es imperativo saber qué se puede y qué no se puede comer.
En general, están prohibidas las comidas con harina de trigo, centeno y cebada, como pan, galletas, dulces en general, pastas, algunos colorantes, salsas, condimentos, etc.
Es muy importante conocer que muchos alimentos, a pesar de no ser de estos cereales, pueden haberse contaminado en los silos o en las cocinas. Por eso, cuando se preparan los alimentos, no se pueden mezclar estos ingredientes, y cuando se cuecen comidas con alguno de ellos, deben limpiarse bien los utensilios para evitar la contaminación y afección de la persona.
Por otro lado, es importante leer las etiquetas de los componentes, porque sustancias como pastas dentales, productos para el cabello y cosméticos, pueden tener gluten.
Si tiene síntomas parecidos a estos, acuda a su médico.
El autor es ministro de Salud
