Han pasado más de 10 años desde que se realizaron los estudios para el complejo científico de las oficinas de Senacyt, Indicasat, Cenamep en la Ciudad del Saber. Bajo ese mismo esquema se lanza el proyecto de la Ciudad Hospitalaria de la Caja de Seguro Social. Se ejecutan los estudios. Pero por tamaño y funcionamiento, es necesario ubicarla en un entorno más amplio.
De forma paralela mediante ley, se crea un área para ubicar un conglomerado científico tecnológico en el antiguo campo de antenas de Clayton, para albergar diversos proyectos, como el Instituto Conmemorativo Gorgas, el Hospital Oncológico, la Facultad de Medicina, centros de investigaciones científicas, un hub universitario vinculado al sector salud y a la investigación, relocalización de oenegés y fundaciones relacionadas a la salud y al apoyo de los pacientes. Una terminal de transporte, residencias médicas y profesionales, áreas verdes y una vialidad de conexión con el resto de las áreas revertidas.
Es en este entorno óptimo que se ubica el proyecto de la Ciudad Hospitalaria. Se prepararon programas y condiciones de diseño, se revisaron los protocolos médicos, decenas de prestigiosos especialistas médicos, técnicos, ingenieros y arquitectos participaron en la elaboración de los términos de referencia y en la selección del equipamiento y mobiliarios. El proyecto se licitó bajo condiciones óptimas de precio y de diseño, bajo el supuesto de que la obra se podría ejecutar en un plazo no mayor de cinco años.
Lamentablemente frente a la miopía administrativa de algunos directores de la Caja de Seguro Social, la obra se paralizó durante varios años, aduciendo situaciones y denuncias, que nunca fueron comprobadas. Ninguno de los directores posteriores de la Caja de Seguro Social, logró entender la esencia y visión del proyecto.
El Ministerio de Salud propuso eliminar la construcción del nuevo Hospital Oncológico, que ya contaba con sus diseños y su polígono asignado enfrente a la Ciudad de la Salud, e insertarlo de forma mágica, dentro del complejo de la Caja de Seguro Social. Para lograr esta acción se eliminaban las instalaciones del área pediátrica del complejo, causando un daño irreversible a la funcionabilidad del sistema oncológico y a la atención pediátrica. Doble error de la dirigencia del sector salud de ese momento.
Hoy día, la Ciudad de la Salud tiene un avance aproximado del 68% y más de siete años de construcción. El complejo de la Caja de Seguro Social sigue su proceso de deterioro, las instalaciones pediátricas del Seguro Social obsoletas, sin capacidad física para la atención eficiente y sin posibilidades de crecimiento. El Hospital Oncológico y la Facultad de Medicina, ambas instituciones rebasadas en su potencial físico y ambiental, tienen más de 10 años de estar esperando sus nuevas instalaciones. Mientras tanto, la población asegurada, la no asegurada y los estudiantes siguen a la espera de las decisiones de las autoridades del sector salud.
El sector salud del nuevo gobierno cuenta con dos ministras que deberán tomar las decisiones correctas. Devolver al Oncológico la potestad de construir su sede tal como se planificó y se diseñó. Volver a incluir en la Ciudad de la Salud al Hospital Pediátrico, como fue programado. Aprobar por fin, la construcción de la nueva Facultad de Medicina y decidir en breve el inicio de la construcción del nuevo Hospital del Niño y la maternidad del Santo Tomás, proyecto que debe analizarse de manera integral y que se pueda construir por fases, de acuerdo con una efectiva planificación.
Las cartas del sector salud están sobre la mesa. Las decisiones están a la vista y la población está a la espera.
El autor es arquitecto-urbanista

