Balboa, a finales de 1511, quedó encargado como máxima autoridad de la colonia Acla, posteriormente Santa María la Antigua del Darién, en calidad de capitán y alcalde. Después del naufragio del navío Buenaventura, que zarpó del Darién el 4 de abril de 1511, en viaje a España, entre otros: Juan de Valdivia y el bachiller Enciso, desaparecidos, y Diego de Nicuesa y Alonso de Ojeda. Los restantes tripulantes se refugiaron en la nueva villa de Santa María la Antigua. A finales de 1512, Miguel de Pasamontes, tesorero de La Española (Santo Domingo) lo designó capitán general. (según fray Bartolomé de Las Casas).
A mediados de 1513, Balboa inicia su gran sueño, descubrir el Mar del Sur, como se lo indicaban los aborígenes amigos del mar del norte y Pocorosa. El jueves 25 de septiembre de 1513, fue cuando Balboa avistó desde el cerro Grande, en la cordillera donde nace el río Chucunaque (el punto más alto de ese macizo perteneciente a la comarca guna de Wargandí en la actualidad). Descendieron por la parte plana, a través de Morti, Palmira, Agua Fría, Mundito, Guayabito, Tamarindo y Cucunatí, cruzando el río Sabanas, cerca de Santa Fe, conocida como la ruta de Acla (entre 1967-1968 se utilizó esta ruta para estudiar la posibilidad de construir un canal a nivel utilizando energía atómica por Estados Unidos), con el propósito de llegar hasta la costa. Volviendo a Balboa, se dividieron en 3 grupos los 26 participantes de la expedición. En su recorrido se enfrentaron a los guerreros del cacique Chiapes, ya fallecido, pero su cacica tenía el mando, siendo derrotados y muchos se unieron a los peninsulares. El grupo de Alonso Martín fue el primero en llegar a la playa y hasta navegó en un cayuco que arrebató a los indígenas. Balboa fue informado y en nombre de Dios y de la corona tomó posesión del inmenso mar el 29 de septiembre de 1513, en honor a san Miguel Arcángel en el golfo de San Miguel, donde confluyen las cuencas del río Tuira, con su subcuenca del Chucunaque y Balsa y la cuenca del río Sabanas y su subcuenca el río Cucunatí. Lo que se conoce como el Darién de los ríos y la otra parte, el Darién de la carretera Panamericana hasta Yaviza, donde se inicia el “tapón del Darién”.
Balboa retornó a la villa de Acla o Santa María la Antigua del Darién, muy emocionado pero no satisfecho por el descubrimiento. Aspiraba a navegar ese mar y encontrar la civilización y tesoros que sus amigos jefes aborígenes le decían que existían. Deseoso de comunicar las nuevas a Diego Colón y al rey Fernando de Aragón, para lo cual envió en un bergantín (nave) a Juan de Valdivia, en enero de 1514 el barco se accidentó en Cuba y su tripulación (16 varones y 2 mujeres) fueron canibalizados por los caciques aborígenes de esa región.
En 1518, Balboa organizó una nueva expedición, más ambiciosa que la primera. Construyó un bergantín de dos palos (velas) y 10 remos a cada lado en Acla o Santa María del Darién, en el mar del norte (Atlántico) las desarmó y las llevó en piezas hasta el río Sabanas.
A través de la inhóspita selva tropical húmeda, entre víboras muy venenosas como la verrugosa, equis, patoca y las plagas de mosquitos transmisoras de malaria y fiebre amarilla en un trayecto aproximado de 120 kilómetros. Fue ron armadas estas naves a orillas del río Sabanas. Balboa navegó junto a su expedición a Bahía Piña, Jaqué y algunas de las islas de Las Perlas, entre otras a Contadora, llamada así posteriormente porque era el refugio de piratas ingleses para contar los tesoros que le robaban al imperio español. Partieron de La Palma o La Dorada, como se hace actualmente en las faenas de pesca y transporte interno marítimo en Darién. Está demostrado que en esta expedición Balboa se hizo acompañar de esclavos afrodescendientes. Entre los citados como descubridores del Mar del Sur está Nuflo de Olano, y una veintena más traídos de Santo Domingo, República Dominicana. Por su fortaleza muy superior a la de los aborígenes, sirvieron de mucho al cargar las piezas de las naves. En el segundo viaje del almirante Cristóbal Colón a América en 1493, los negros afrodescendientes participaron , porque el piloto de La Niña fue Alonso Prieto, un negro que acompañó al conquistador. La historia registra que el bilbaíno Pedro de Arbolancha, enviado en 1513, por el Consejo de Indias al Darién, contribuyó con parte de su dinero a la construcción de los bergantines que navegaron por primera vez en el Mar del Sur. Era muy amigo de Balboa.
El autor es médico veterinario, exministro y exlegislador