La diabetes mellitus, también conocida como “azúcar en la sangre”, es una enfermedad que afecta a todo el organismo, ya que perjudica particularmente los vasos sanguíneos y, por ende, todos los órganos quedan expuestos.
Las complicaciones de la diabetes son múltiples, pero en esta oportunidad solo nos referiremos a algunas de ellas, por considerarlas de especial importancia.
La retinopatía diabética es la afección de la capa interna posterior del ojo (donde se forman las imágenes); es la principal causa de ceguera o disminución de la visión en el mundo. Además, el diabético tiene mayor riesgo de tener cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina que aquellas personas que no la padecen.
Las alteraciones metabólicas que produce la diabetes favorecen la progresión rápida de la enfermedad coronaria. El riesgo de muerte cardiovascular es 2-4 veces mayor en el diabético con respecto al que no lo es. El asunto es tan grave que hay quien piensa que por el solo hecho de ser diabético (después de siete años del diagnóstico) tiene igual riesgo cardiaco que el no diabético que ya ha tenido un infarto al miocardio.
La enfermedad renal terminal es una de las complicaciones más frecuentes y a la vez más temida de la diabetes. Alrededor del 35% de las personas en salas de diálisis son diabéticos. Es por eso que todo diabético debe hacerse anualmente un examen de proteínas en orina (microalbuminuria) para detectar tempranamente esta complicación.
Los varones diabéticos tienen 2-3 veces más riesgo de sufrir de disfunción eréctil que aquellos no diabéticos y además se presenta 10 a 15 años antes que la población no diabética. También sufren con más frecuencia de eyaculación retrógrada. Las mujeres no escapan de alteraciones sexuales por diabetes, pero en ellas se manifiesta con poco deseo sexual, resequedad vaginal y dolor al tener relaciones.
Como si fuera poco, la diabetes, aisladamente, es considerada un factor de riesgo para el cáncer en general. Este riesgo es de 19% y 27% más en varones y mujeres, respectivamente, con respecto a los no diabéticos. Los más usuales relacionados son cáncer de páncreas, estómago, cavidad oral, riñones y leucemia.
Todas estas complicaciones y muchas más se dan básicamente porque el nivel elevado de azúcar en la sangre produce daño a los vasos sanguíneos. Por lo tanto, esto podría evitarse con un estilo de vida adecuado, ejercicios diarios y dieta saludable. Debe hacerse exámenes de control anual, sobre todo si tiene más de 40 años de edad. Recuerde que la diabetes no presenta síntomas en etapas iniciales, por lo que es importante hacerse los exámenes aunque no muestre señales o manifestaciones.
El autor es ministro de Salud
