Incluir a personas con discapacidades en las actividades cotidianas y animarlas a que tengan roles similares a los de sus compañeros sin discapacidad, es lo que se conoce como inclusión de personas con discapacidad. Esto implica más que simplemente animar a las personas; es necesario garantizar que haya políticas y prácticas adecuadas vigentes en una comunidad u organización.
La inclusión debería llevar a una mayor participación en roles y actividades de la vida, como ser estudiante, trabajador, amigo, miembro de la comunidad. La inclusión de personas con discapacidad significa entender la relación entre la manera en que las personas funcionan y cómo participan en la sociedad, así como garantizar que todas tengan las mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida, al máximo de sus capacidades.
En Panamá se han identificado seis tipos de discapacidad, que son: ceguera, sordera, retraso mental, parálisis cerebral, deficiencia física y problemas mentales.
Según la Ley No. 42 del 27 de agosto de 1999 “Por la cual se establece la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad”, estas personas tienen derecho a optar por un trabajo productivo y remunerado, sin embargo, muchas personas no están anuentes a que exista esta ley y están en total desconocimiento, por lo que no optan por conseguir o aplicar a un trabajo por miedo a ser rechazados.
Aplicando una buena integración social de las personas con discapacidad, se lograría contribuir a la generación de una cultura de respeto y resguardo de los derechos de estos ciudadanos, y que se concrete su participación en la sociedad en todos los ámbitos.
El rol del Estado es ser agente activo en la promoción de este modelo social y cultural, de modo que se pueda avanzar progresivamente a un enfoque de promoción de aquellas capacidades de las personas con discapacidad, que les permitan defender sus intereses con la mayor autonomía e independencia posible, participar de manera efectiva e integral en una sociedad respetuosa de la diversidad, y contraer compromisos y obligaciones al igual que todos.
