El camino para introducir a los chicos con síndrome de Down en el mundo de la escritura y lectura no es fácil. Aunque más allá de ese hecho, hay que usar una metodología adecuada y ser constante en este trabajo para lograr el éxito.
Así lo indicó la mexicana Alicia Llanas, quien es maestra de apoyo de niños con síndrome de Down con los que trabaja en lectura, escritura, motricidad fina y matemáticas, entre otras habilidades.
La metodología que mejor le ha funcionado es la lectura global, es decir, enseñar a leer palabras completas en lugar de fonemas y sílabas.
Hace una mezcla de diferentes técnicas, tomando como base que las personas con síndrome de Down pueden aprender a leer de una forma más natural, más rápida, con menos estrés y más apegada a los gustos y necesidades del individuo.
Llanas compartió con padres, madres, maestros y tutores de chicos con esta condición, durante la actividad “Estrategias para iniciar la lectura y escritura en personas con síndrome de Down”, que organizó Down Panamá este fin de semana.
En relación con la elección de los textos escolares, primero hay que hacer adecuaciones, buscar aquellos que sean de letra grande, clara y sin mucho texto, que sea sencillo, indica.
Sin embargo, con el tiempo habrá que ir subiendo la complejidad, señala Llamas, quien es madre de Elías, de 11 años, y Eva, de 8 años, ambos con síndrome de Down.
Llanas, quien también es ingeniera en sistemas, dio a conocer en esta entrevista otros datos que influyen en este proceso.
¿Es primordial un programa de atención temprana antes de la introducción a la lectura?
No, pero la atención temprana le ayudará a mejorar diferentes habilidades que le facilitarán el proceso de lectura y escritura.
¿A qué edad se le puede ir introduciendo en la lectura y la escritura?
Desde muy pequeños. Conozco casos que han iniciado desde los tres meses.
¿A qué edad los niños pueden alcanzar el nivel de lectura correspondiente a un primer grado?
Depende del niño y de la constancia de la familia. Pero en el caso de mis hijos y dos alumnas mías, les tomó dos años aproximadamente.
¿Los niños con síndrome de Down aprender a leer antes de escribir?
En muchos casos sí. La escritura requiere más esfuerzo y a veces la maduración necesaria no se tiene, pero la lectura va avanzando.
¿Qué tan positivo es el uso de la tecnología?
La tecnología es una herramienta que nos pude ayudar mucho, pero considero que es importante manejar tiempos y reglas. Existen aplicaciones, sobre todo, en el Ipad que son muy llamativas y de fácil uso.
¿Cuéntenos sobre su experiencia como maestra de apoyo de niños con síndrome de Down?
Cuando iniciamos el proceso de lectura con Elías, me di cuenta de que él podía más de lo que estaban trabajando donde recibía clases de apoyo, así que lo sacamos y a partir de ese momento me hice cargo de él y su hermana. Este año estaré trabajando en la escuela de mis hijos apoyando en su inclusión, con adecuaciones, asesoría a los maestros y espero aprender de esta experiencia, porque sueño con poder emprender un programa de inclusión en las escuelas.
OPINIONES
En Panamá, se utilizan todos los métodos conocidos, como el perceptivo, el método fonético, el método sintético, el método alfabético y el método silábico para la enseñanza de la lectura y escritura en los niños con síndrome de Down, cuenta la maestra Veyra Smith.
Lo que hace la diferencia en el uso de los métodos a utilizar es el conocimiento de las habilidades y competencias que tengan los niños, que se trabajan desde el seno del hogar y en los programas de estimulación temprana.
En este proceso de aprendizaje, la tecnología puede ser un verdadero apoyo, ya que a través de los programas educativos existentes el niño es motivado de forma visual, auditiva y táctil.
Asegura que entre más temprano se inicie esta introducción, mucho mejor. Incluso, desde el momento en que se trabaja la parte perceptiva se está iniciando este proceso.
En este renglón, la psicóloga Kellys Ramírez añade que desde hace años se discute justamente la edad en la cual se expondrá al niño al proceso de la lectura y la escritura. Si bien es cierto que se está en un constante aprendizaje, este proceso debe ajustarse a cada niño, porque cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje.
