PARADOJA ECONÓMICA

Educación, empleo y desigualdad

Nunca sabemos cuál es el problema, pero “siempre” sabemos quién es el culpable. Panamá es y seguirá siendo envidia de la región en materia de crecimiento económico y sigue generando empleo, a pesar de las dificultades, contracción del comercio regional y nuestra propia actitud fatalista. Entre 2010 y 2014, el PIB Latinoamericano se expandió un promedio de 3.5% interanual (Cepal) y el país tuvo el estímulo interno cercano a los $5 mil millones con los trabajos de ampliación del Canal, generando 112 mil 386 empleos entre agosto 2009 y marzo 2012, 7 mil 330 por encima de las plazas creadas entre agosto 2004 y marzo 2007.

A partir de 2014, el entorno regional cambió, sufriendo contracciones de -0.4% (2015) y -1.1% (2016). Sin embargo, entre agosto 2014 y marzo 2017 se generaron 104 mil 156 empleos, apenas 8 mil 230 (7%) menos que hace 5 años, a pesar de un entorno regional totalmente desfavorable.

Pero Panamá es un país de paradojas. Tiene la segunda renta per cápita más alta de Latinoamérica y la décima peor distribución de ingresos del mundo, posee 12 de los 15 rascacielos más altos de la región, pero 15% de su población vive en asentamientos informales, y habiendo creado más de 800 mil empleos en lo que va de siglo, sus jóvenes solo obtienen 1 de cada 15 de ellos.

Informes del Meduca dan cuenta de 30 mil 506 graduandos de bachillerato en 2015, contra una matrícula de 69 mil 771 en el séptimo grado en 2009, planteando que de cada 100 que comenzaron, solo 56 se convirtieron en bachilleres. Por otro lado, un informe titulado “Mejores empleos para Panamá: el rol del capital humano”, publicado por el Banco Mundial en julio 2012, sugiere que el 95% de los estudiantes humildes que culmina la educación media buscará trabajo. Es decir, que de los 44 que no desertaron, solo 2 ingresarán a la universidad.

Este escenario plantea que las perspectivas educativas del 98% de los jóvenes más pobres será de 12 años, como máximo. Sin embargo, el 81% de los empleos generados en los últimos 8 años han requerido 12 o más años de educación formal, con 13.5 como promedio. Un 47% de estos puestos ha exigido títulos universitarios. El promedio de edad en los nuevos empleos formales generados a partir de 2009 es de 48 años.

Las debilidades educativas dan a estos jóvenes humildes acceso a trabajos de baja calidad, dificultando su avance laboral y movilidad social en un mercado donde 2 de cada 3 trabajadores gana menos de $800 mensuales y tiene educación media o inferior. Apenas el 5.9% de la fuerza laboral panameña gana más de $2 mil mensuales.

No es casualidad que el 83% de los jóvenes de barrios humildes sienta que sus perspectivas laborales no hayan mejorado y Panamá sea el país latinoamericano con la mayor proporción de adolescentes que ve la educación como una pérdida de tiempo.

Nuestro “enemigo” es la desigualdad social y nuestro reto no es crear empleo, sino crear empleo incluyente.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Del poder a los tribunales: los casos que cercan a altos funcionarios del gobierno de Cortizo. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • CSS anuncia pago de pensiones y bonos especiales a jubilados el 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más