A pocos días de iniciar el año escolar, debemos preguntarnos cuál es el principal foco que debe tener la educación media en nuestra sociedad. Debe ser preparar a los alumnos para los estudios superiores, con el fin de lograr luego de aproximadamente seis largos años elevar la capacidad de selección, interpretación y análisis de todo tipo de información, de manera tal que los mismos puedan contar con las herramientas y metodologías para enfrentarse a la vida universitaria, y posteriormente a la laboral.
Sin embargo, la verdadera razón de la educación media debe ser conducir al estudiante a ser más autónomo, proactivo, innovador e investigativo, pues las competencias actuales requieren de personas que se salgan del molde y afronten retos inesperados.
El informe de Competitividad Global 2017-2018, el cual es un estudio comparativo entre 137 países, acerca de factores que inciden sobre la competitividad a nivel mundial, sitúa a Panamá en la posición 88, en el pilar 5 sobre educación superior y formación, donde la tasa de matrícula y la calidad del sistema educativo se encuentran en el ranking 95 y 96, respectivamente, de los 137 territorios, lo cual significa que debemos como país crear mecanismos para mejorar la educación, sobre todo en el nivel medio, donde se crean las bases para continuar con los estudios, ya sea en Panamá o en el exterior.
En este mismo sentido, el informe mencionado anteriormente detalla los factores más problemáticos para hacer negocios en cada país, y en el caso de Panamá, la falta de formación adecuada en la mano de obra es uno de los más cuestionables, ya que por ser un país de servicios debemos tener un grado de competencia robusto, sin embargo, actualmente no es así.
Con los datos recabados sobre la posición de Panamá en el mundo, el enfoque pedagógico actual debe reinventarse para garantizar el aprendizaje reflexivo y formación permanente, para que de esta manera se dote al estudiante de capacidades que le permitan prosperar en cada objetivo.
Finalmente, el Ministerio de Educación de Panamá, entidad gubernamental encargada de asegurar un sistema educativo de excelencia, debe someter su plan estratégico a una espiral de mejoramiento que le permita hacer más cónsonos sus ejes fundamentales con la realidad que afrontamos actualmente. De esta manera, el estudiante podrá aspirar a ser más competitivo no solo en Panamá sino en cualquier parte de la región o del mundo.
La autora es abogada, cursa maestría de Administración de Negocios en la UIP
