En ocasión del aniversario de fundación de Natá escribo e interpreto este pasaje histórico. Gonzalo de Badajoz fue uno de los pocos sobrevivientes de la expedición de Diego de Nicuesa , primer gobernador de tierra firme en Acla del Darién (1510-1511), quien, después de conquistar y fundar Nombre de Dios, murió . La mayoría de estos hombres trató de llegar al litoral pacífico panameño, donde los aborígenes les aseguraban que había muchos pobladores que tenían oro y riquezas abundantes. Badajoz convenció a sus superiores en Acla, después, Santa María Antigua del Darién, y organizó su expedición en 1515. Cruzando la cordillera central entre Capira y cerro Campana logró bajar a los Llanos del Chirú, hoy Antón, donde inicia el golfo de Parita, jurisdicción de Natá de los Caballeros, posteriormente.
En su recorrido por el que sería el territorio del cacique París o Parita, fue visitado por este y sus secuaces que leofrecieron como regalo de sus mujeres o espavés alrededor de 80 pectorales de oro laminado suficiente para ataviarse él, Badajoz y sus hombres. A los días siguientes, cuando la alegría no les había pasado ni el deseo de obtener más oro, guerreros enviados por el cacique los emboscaron quitándole el preciado tesoro y primera muestra fehaciente de que la información manejada por Nicuesa era cierta. A partir de ese momento todo el esfuerzo de los penínsulares fue para recuperar el “tesoro de Badajoz”.
En su búsqueda navegaron en canoas arrebatadas a los indígenas por la bahía de Panamá colonizando muchas de sus islas. Muy tristes regresaron a Santa María Antigua del Darién.
Pedrarias Dávila, militar enviado por el rey Fernando de Aragón, en abril de 1514, con mil hombres, 22 embarcaciones, caballos, y muchos deseos de expandir el imperio; ya estaba posicionado como gobernador de Castilla de Oro y había eliminado al descubridor del Mar del Sur, Vasco Núñez de Balboa. Gran parte de sus hombres había muerto por falta de comida y alojamiento. Por la información de Badajoz, decide enviar a su hombre de confianza, el letrado Gaspar de Espinosa (1516) junto a los osados Francisco Pizarro, Diego de Ojeda y Diego de Benítez, con 200 hombres, 10 caballos, perros feroces,armas y mucha pólvora, para recuperar el “tesoro de Badajoz “.
Llegando a Natá, de Espinosa verificó que los aborígenes desde ahí intercambiaban sus productos agrícolas, especialmente maíz, con los aborígenes al sur del golfo de Parita, con Colombia, esmeraldas, y con Perú, oro y plata. En sus relatos destaca la abundancia de comida y de presas y cazas: venados de cola blanca (prendían el rastrojo, al salir los animales afectados por el humo los degollaban con su daga, salaban y secaban su carne, contaban lotes hasta de 300), también conejos pintados, pavos de montes, iguanas verdes, peces y camarones de agua dulce y de mar; aguacates, pixbaes, guineos y lo más valioso: el grano básico desconocido por los europeos pero de gran valor alimenticio para los aborígenes: el maíz, que junto a la papa andina contribuyen a la alimentación del Viejo Continente desde esa época. La historia de la humanidad está muy relacionada con la actividad más noble del hombre: la agricultura.
El asentamiento humano encontrado por los penínsulares en Natá, con una organización y cultura avanzada constatada en los hallazgos de Sitio Conte (1930) y El Caño, conformado de fértiles tierras aluviales de las cuencas de los ríos Antón, Grande, Santa María y Cubita, hoy La Villa, todas confluyen algolfo de Parita. Razón por la cual Gaspar de Espinosa decidió declarar su conquista el 20 de mayo de 1520. Según el historiador penonomeño profesor Olmedo Domingo Oberto, el significado del río Zaratí (subcuenca del río Grande) para los aborígenes era “río del maíz” y según otro historiador penonomeño, Gaspar Rosas Quirós, a Natá se le designó como “el granero del reino”.
Gaspar de Espinosa recuperó el “tesoro de Badajoz “ en dos etapas: en su primera expedición cuando atacó al cacique y a todas sus fuerzas valiéndose de caballos que atemorizaron grandemente a los indígenas hasta dominar los y saquear lo que escondían en cerro Quema, en Tonosí, y la otra parte cuando al regresar en su segunda expedición desde Santa María Antigua del Darién, se encontró con el funeral del cacique Parita, literalmente, vestido de oro. Emprendió un feroz y cruento ataque contra los asistentes al ritual, descrito como una barbarie por los relatores españoles, para recuperar esa parte del tesoro. Tomó como esclavos a miles de aborígenes para explotarlos en la construcción de Panamá La Vieja por su jefe Pedrarias.
Francisco Pizarro (1478-1541), hombre de confianza de Gaspar de Espinosa, a partir de 1533 inició la conquista de Perú, llevando desde Panamá carne salada y maíz para alimentar a los colonizadores y a los indígenas transportados desde Natá, para cuidar los tesoros obtenidos que luego fueron trasladados a la madre patria “a lomo de mulas”, en recuas de 200 animales alimentados con maíz, por el Camino de Cruces de 18 leguas, que les tomaban de 20 a 30 días hasta Nombre de Dios, inicialmente y después a las famosas Ferias de Portobelo, lo que dio origen a la zona de tránsito transístmico, representada hoy por el Canal tradicional y ampliado. “Panamá, puente del mundo y corazón del universo”.
El autor es exministro del MIDA,exlegislador de la República y consultor agropecuario
