El Día del Exceso de la Tierra es la fecha del año en la que la demanda de recursos naturales por parte de los seres humanos excede el presupuesto del planeta. Ese día se celebra desde comienzos del siglo XXI. En 2016 los humanos batimos un récord, el día 8 de agosto, al acabar con los recursos naturales previstos para todo el año.
En 2011, la población mundial alcanzó los 7 mil millones de personas. Cinco años después la cifra ha aumentado 300 millones más. Un estudio realizado por Naciones Unidas calcula que para 2050 la población se habrá multiplicado exponencialmente hasta alcanzar casi los 100 mil millones de habitantes.
“Las guerras, los fenómenos naturales e incluso las plagas, situaciones indeseables, son a veces las soluciones que se presentan para aminorar un problema al que hemos demostrado, siguiendo los censos estadísticos, que no podemos hacer frente.
Necesitamos asesinos históricos o sublevación de la naturaleza para poder aminorar el número de habitantes de nuestro planeta”, afirma Santiago Martínez Torres. Este sociólogo defiende que la historia nos enseña que el problema de la superpoblación es algo que afecta al ser humano, pero que no debemos depender de catástrofes para que los problemas se solucionen por sí solos.
Martínez Torres aboga por campañas de natalidad responsables y argumenta que estas han existido siempre. El control de la natalidad era una prioridad para los egipcios. Crearon los primeros anticonceptivos y combinaban estas técnicas con un estricto control de la producción alimentaria.
En solo 15 años, las áreas urbanas crecerán un 185%, según el estudio realizado para la revista PLoS ONE. Los habitantes de América Latina y África serán los más afectados por este incremento de la población. El problema de la superpoblación no solo afecta la masificación de las zonas urbanas. El exceso de población supone que los recursos naturales se agotan cada vez a un ritmo más rápido. Este estudio calcula que el 20% de los hábitats naturales tendrán que ser sacrificados para satisfacer la necesidad de más ciudades. Este porcentaje equivale a 20 millones de kilómetros cuadrados que hoy son tierras vírgenes o semi vírgenes. Se trata de una extensión de tierra equivalente a Europa si incluimos la Rusia europea.
Necesitamos campañas de concienciación y control responsable de la natalidad. “Los hijos son una bendición” es un argumento muy extendido en zonas con una tasa de natalidad elevada. Pero no solo se trata de traer niños al mundo, los padres y la sociedad en la que se mueven deben estar preparados para recibirlos.
