Los invitamos a conocer a la Universidad de Panamá (UP), una institución pública, con autonomía consagrada en la Constitución Política de la República y que, desde su creación en 1935 como la universidad estatal del pueblo panameño, ha estado al servicio de la Nación.
En 84 años de existencia, la Universidad de Panamá ha aportado al mercado laboral del país 245 mil 343 profesionales en distintas áreas del conocimiento, los cuales han contribuido al desarrollo científico, cultural, académico, político, económico y social del país. La Universidad de Panamá, ha sido y seguirá siendo, el pensamiento crítico de la Nación, y el espacio donde el pueblo panameño puede debatir ideas y temas de interés nacional.
Cuenta con 309 carreras, 169 pregrados, 140 postgrados, 19 facultades, 71 mil 371 estudiantes matriculados y 4 mil 700 docentes; distribuidos en los 10 Centros Regionales Universitarios (Azuero, Bocas del Toro, Coclé, Colón, Darién, Los Santos, Panamá Este, Panamá Oeste, San Miguelito y Veraguas), 5 Extensiones Universitarias (Aguadulce, Arraiján, Ocú, Soná y Tortí) y 27 Programas Anexos Universitarios.
Brinda servicios a la comunidad universitaria (a través de las clínicas médicas, odontológicas y veterinarias; servicios de guardería y preescolar, cafetería a estudiantes, en donde se sigue sirviendo un menú por 0.50 centavos, etc.) y desarrollamos programas de extensión (entiéndase como la forma de crear canales de comunicación entre la universidad y la comunidad, entre la comunidad y su entorno) que integra folclore, artes visuales, música, teatro, literatura (Grupo de Cine Experimental promueve arte cinematográfico; Universidad del Trabajo y de la Tercera Edad con sedes en Azuero, Bocas del Toro, Coclé, Colón y Darién, mantiene compromiso con personas de la tercera edad con el objeto de capacitarlas para que pueda generar soluciones a sus problemas; el Centro de Políticas Públicas y Transparencia como programa de formación que incide en la transformación de profesionales en el manejo de la gobernanza pública; la Ciudad del Árbol un espacio cerca del área canalera, en donde se adelantan programas de reforestación, investigación y se desarrollan capacidades). Proyectos de investigación en distintas áreas del conocimiento, así como también la asistencia a la población que menos tiene a través de los Consultorios Jurídicos que funcionan a nivel nacional, y que atienden a un número considerable de ciudadanos panameños que no tienen los recursos económicos para sufragar los costos de un proceso legal.
La existencia de los tres Panamá (la ciudad capital, el interior del país y las comarcas), cada uno con sus propias características, con muchísimas desigualdades y carencias, con pocos o ningún tipo de servicios brindados por el Estado, hizo que esta casa de estudios se comprometiera a llegar a aquellas zonas olvidadas, con el único interés y objetivo de educar, para poder contribuir a que los olvidados por generaciones, empezaran a generar riquezas y, de esa manera, muchas familias pudieran salir del círculo de la pobreza. La casa de Octavio Méndez Pereira apostó por educar a ese ciudadano que no podía salir de su entorno llevando la universidad a él. Ese ha sido unos de los compromisos de esta Universidad, con el desarrollo académico, con la investigación y con la creación de profesionales idóneos, en un escenario de exigencias laborales y de altas competencias.
La Resolución de Gabinete No. 65 de 25 de julio pasado y publicada el 26 de julio, en Gaceta Oficial No. 28,826, aprobó medidas de contención del gasto público (recortes presupuestarios) para la vigencia fiscal 2019, afectando, de manera directa, la educación pública del país (recortes por la suma de 116 millones de dólares) y al sector salud (recortes por la suma de 413.3 millones de dólares), so pretexto del programa de ‘austeridad con eficiencia’ del gobierno de Laurentino Cortizo. A la UP se le recortan 14.1 millones de dólares del presupuesto asignado.
Somos conscientes de que hay que cumplir con la Ley de Responsabilidad Social Fiscal y que, según las cifras que el gobierno ha presentado la situación de déficit, sobrepasa al límite permitido. No obstante, los universitarios no somos responsables de los malos manejos de las finanzas públicas y exigimos que las autoridades entiendan que, cuando recortan el presupuesto a la educación pública, se paraliza el desarrollo nacional. Este recorte al presupuesto universitario, nos coloca en crisis, porque nos afecta de forma directa en la compra de bienes y servicios (insumos, materiales, equipos, mantenimientos, reparaciones, etc.), en la formación de profesionales, en los servicios que ofrecemos (salud, cafetería, extensión, etc.), operaciones necesarias para el funcionamiento de la Universidad y en pro de nuestros estudiantes y, de esa manera, seguir cumpliendo con el mandato constitucional de ser una institución pública y de formar profesionales.
Resulta inadmisible que se recorte a la UP afectando a muchos estudiantes, cuando hay otras entidades e instituciones del Estado que seguirán teniendo gastos superfluos como son los alquileres de vehículos de lujo, servicios de banquetes (boquitas), gastos en planillas (que todos sabemos cuál ha sido la dinámica de estas en los últimos años), la propaganda y publicidad estatal, las propias partidas discrecionales, las consultorías, los altos alquileres, los gastos de celulares, los viajes, etc. La pregunta que nos seguimos haciendo es: ¿por qué contener el gasto en educación (universidades públicas) si ha sido el Ejecutivo quien, en los últimos 15 años (tres gobiernos), no ha manejado adecuadamente el presupuesto estatal, y ha endeudado al país.
Le decimos a este Gobierno que, en vez de recortar el derecho de los estudiantes a la educación pública, deberían encaminar esfuerzos y buscar la manera de recuperar los más de mil millones de dólares en sobrecostos de las obras que se han ejecutado y que han sido las que han ocasionado los déficits fiscales; además de eliminar las partidas (planilla de $20 mil mensuales) de los diputados para lo que queda de la vigencia fiscal 2019.
Conscientes estamos que el dinero no es polvo de hadas y que nosotros, los universitarios, no somos ni ninfas ni elfos. Recuerde señor presidente, que la educación pública fue prioridad durante su campaña y que debe demostrarlo con hechos y no con palabras.
La autora es abogada, relacionista internacional, docente universitaria

