La tuberculosis (TB) congénita se refiere a la transmisión del Mycobacterium tuberculosis de la madre infectada al feto. Esta puede ocurrir en el útero o durante el nacimiento. La infección puede transmitirse por diseminación directa desde la placenta a través de la vena umbilical o por ingestión de líquido amniótico infectado.
El riesgo de la TB congénita en hijos es desconocido. Existen menos de 400 estudios en el mundo. En las áreas con alta tasa de transmisión de TB, los casos de TB congénita pueden ser no diagnosticados o notificados, por lo que la transmisión vertical sigue siendo desconocida. Y los pocos casos diagnosticados no llegan a ser publicados.
En áreas endémicas, la sospecha diagnóstica sigue siendo muy importante. La clínica de un neonato con TB congénita es igual a una sepsis por otras causas. Si la madre no tiene el diagnóstico de TB ni antecedentes claros, el diagnóstico depende totalmente de la sospecha del médico.
La TB congénita está íntimamente ligada a la incidencia de TB pulmonar. En 2017 registramos una tasa de incidencia nacional de TB pulmonar de 45.9 casos por cada 100,000 habitantes. Las regiones de más difícil acceso presentaron las mayores tasas de incidencia. Por ejemplo, Bocas del Toro alcanzó 89.4 casos, la comarca Guna Yala 180.9 casos, y la comarca Ngäbe Buglé 69.1 casos por cada 100,000 habitantes, respectivamente.
Evaluaciones preliminares indican que estas regiones se caracterizan por ser de población indígena, con cultura, religión y situaciones que favorecen la infección. Algunos factores que dificultan la curación incluyen: dificultades de movilizar a la persona enferma desde estas áreas distantes, rechazo de la medicina moderna, población migrante, acudir a atención cuando la enfermedad está muy avanzada, y alta tasa de abandono por lo prolongado del tratamiento.
El Ministerio de Salud y agencias externas han realizado mejoras en la calidad del diagnóstico, vigilancia epidemiológica y promoción de la salud. Pero seguimos con nudos críticos para la asistencia de los controles prenatales en la mujer embarazada, para su acceso a las instalaciones de atención primaria a tiempo, y para hacerse los exámenes y evaluaciones perinatales.
Por tales motivos, resulta clave el seguimiento de cada caso con diagnóstico de TB pulmonar, para brindar profilaxis a sus contactos en el hogar, detectar nuevos casos y disminuir los abandonos.
La autora es médica epidemióloga y miembro del Movimiento Ciencia en Panamá.
