Hoy 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, y reflexiono sobre la importancia del vital líquido para el planeta y su preservación para el medio ambiente y la humanidad, sobre todo en el contexto del cambio climático, el gran reto que enfrenta el planeta hoy, en especial, la región de América Latina y el Caribe:
•77 millones de personas aún carecen de acceso a agua potable en América Latina y el Caribe.
•100 millones de personas carecen de acceso a servicios de saneamiento en América Latina y el Caribe. Se estima que 256 millones de personas dependen aún de letrinas y tanques sépticos.
•La contaminación de agua subterránea, lagos y ríos continúa siendo un problema: en América del Sur, entre el 40 y el 60% del agua proviene de acuíferos afectados por la contaminación cada vez mayor debido a la minería excesiva y la agricultura. Lagos y cuencas fluviales importantes desde América del Norte a América del Sur están siendo afectadas por la presión de una desmedida población creciente.
•Falta de tratamiento de desechos sanitarios continúa siendo un problema: las aguas residuales de menos del 14% de las viviendas en la región aún se tratan en plantas de saneamiento, lo que aumenta las posibilidades de daños ambientales futuros debido a que las aguas residuales no tratadas ingresan a los ríos, lagos, acuíferos subterráneos y océanos.
Para 2030, la intensa escasez de agua podría desplazar a 700 millones de personas en todo el mundo. Estos números, más que reflejar una realidad alarmante, solo muestran que, a pesar de los logros alcanzados en las últimas décadas en materia de agua y saneamiento, todavía existente retos importantes vitales para alcanzar la sostenibilidad. El agua no es solamente una necesidad básica, sino un derecho fundamental de todos.
Ante los efectos del cambio climático, cada día más visibles, la disponibilidad de agua se vuelve cada vez menos predecible. El aumento de inundaciones y otros eventos climáticos extremos amenazan con destruir los sistemas de agua, contaminando las fuentes de agua, tan necesarias para todos. Por ejemplo, en el corredor seco de Centroamérica y en muchos otros lugares, las sequías son cada vez más severas y prolongadas, agravando la escasez de agua, afectando la salud, la seguridad alimentaria y hogares de pequeños productores y muchas familias de escasos recursos. El agua es el núcleo del desarrollo humano y del desarrollo socioeconómico de los pueblos. Es vital para la preservación del planeta y las futuras generaciones. Que el día de mañana, cuando nuestros hijos nos pregunten: ¿Por qué siendo el agua un vital recurso, no fuimos capaces de proteger y conservar tan preciado recurso?
La autora es comunicadora social y labora en el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
