Vivimos en un país de ficción, en un delirium tremens por abstinencia de criterio y de lecturas. Una de sus manifestaciones más extremas es la aceptación del anteproyecto de ley que propone la creación de un Patronato de Bandas Independientes, al que se destinaría el 0.001% del PIB nominal, con un crecimiento proyectado del 6% anual. Le llaman «movimiento cultural» y «economía creativa». Un disparate.
Los de siempre —RM, PRD, CD, Alianza— le dieron su sí; y los de ahora —MOCA, Vamos— se abstuvieron, ese voto tibio de quienes nadan y guardan la ropa. La comisión de Educación morirá de cobardía por discutir frivolidades. A ver si nos organizamos los escritores panameños, que llevamos desarrollando nuestro «movimiento cultural» desde antes de la fundación de la República.
El que quiera «género bandero», que se lo pague. El que quiera desfilar disfrazado y derrochar su dinero en «patriotismo» cada noviembre, que lo financie: nadie está obligado a honrar a la patria con gastos innecesarios. Los que venden toda esa parafernalia —los de siempre— nos han hecho creer que, si no gastas así, no eres «panameño». ¡Basta ya de manipulaciones «culturales»! Ojalá practicáramos la cultura del respeto y la honestidad. ¿Qué tal la buena costumbre de inaugurar una escuela cada «mes de la patria», con todo lo que necesita? Pero no hay plata para eso, claro: qué locura. En cambio, sí tenemos, como poco, 863 mil dólares para financiar bandas. Puro delirio corrupto que demuestra que, como sociedad, estamos «fuera de la cama de los perros».
¿Por qué poner dinero público primero y luego levantar fondos privados? Hágalo al revés, Beni Jr., y cuando lo tenga organizado, veremos si conviene beneficiar a más de 25 mil personas —pobres— que integran unas 60 bandas independientes y que, según se dice, no tienen dinero para expresar su cultura. Hay que ser muy caradura para proponer semejante engaño, y tener pocas luces para abstenerse ante esta tomadura de pelo «cultural».
El autor es escritor.

