Licenciado Dino Mon, director de la Caja de Seguro Social (CSS):
Soy un ciudadano panameño de 80 años, operado de próstata en la Especializada de la CSS y bajo tratamiento médico para la taquicardia, diabetes y otras afecciones. Recientemente, acudí a la agencia de la CSS en Betania para solicitar un medicamento para la presión arterial, pero en lugar de recibirlo de inmediato, se me entregó un documento con una espera de 30 días para su retiro.
Ante esta situación, le solicito realizar una auditoría forense integral para determinar el destino de los medicamentos no retirados en el plazo establecido. Es fundamental investigar si existen controles efectivos sobre estos fármacos o si pueden estar siendo desviados en lugar de reintegrarse al inventario para su redistribución.
Este problema se agrava cuando se trata de medicamentos de alto costo. Existe la posibilidad de que haya retenciones injustificadas en las farmacias de la CSS, lo que afecta gravemente a los jubilados, pensionados y personas con discapacidad, quienes, con ingresos limitados, no pueden costear estos fármacos en farmacias privadas.
Para ilustrar el impacto económico, un frasco de 60 tabletas de Lisinopril (20 mg), utilizado para tratar la taquicardia, tiene un costo de B/. 39.60 en farmacias privadas. Aun con el descuento del 25% para jubilados, el precio sigue siendo elevado (B/. 29.70), resultando inaccesible para quienes reciben pensiones mínimas de B/. 200.00 mensuales.
Por todo lo expuesto, es urgente supervisar rigurosamente la distribución de medicamentos en las farmacias de la CSS para evitar posibles fugas y garantizar que lleguen a quienes los necesitan.
Atentamente,
Osman Ochoa Ripamonte
Residente en Santa María, corregimiento de Betania
