Ante la situación socioeconómica de mi provincia me preguntan frecuentemente cómo logramos un cambio para Colón. Desde hace dos meses que estoy liderando la Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias de Colón he visto la importancia de trabajar juntos.
En este tiempo he entendido que al sector empresarial de la Zona Libre, puertos, mina e incluso me atrevo a decir que de todo nuestro país, la población nos ve muy distantes. En especial los jóvenes, quienes nos ven a través de realidades que en muchas ocasiones son situaciones de pobreza y desesperación.
Creemos estar a salvo desde nuestra perspectiva. Lastimosamente, en sociedades como la nuestra donde la corrupción y el “juega vivo” gobiernan, para estar a salvo necesitamos que nuestro entorno también lo esté.
En los tiempos en que vivimos, las empresas deben no solo dar empleos sino también ser socialmente responsables, con líderes comprometidos en dar la milla extra.
Desafortunadamente, todavía son pocos los que han comprendido este compromiso. Y el no involucrarse nos está saliendo muy caro. Hago muy respetuosamente un llamado de atención. Sabemos que tarde o temprano los problemas de los demás se convierten en los nuestros. ¡Te exhorto a que te involucres! Y no me refiero a política sino que siempre hay otras maneras de aportar desde donde estemos.
A los gobernantes locales y nacionales, cada vez que viene un nuevo gobierno, vienen con su propio librito. Y ese librito no es malo pero, ¿se está tomando en cuenta la voluntad del colonense? Cada cambio de planes representa dinero. A la fecha hay varios planes desarrollados; Harrison-Price, Atkins, Visión 2050, plan este plan lo otro. Ya hay muchos planes. Y nos hemos convertido en expertos en el arte de mucho hablar, mucho planear pero poco hacer. Ya es hora de tomar en cuenta la voluntad de nuestra sociedad y combinar una sola visión, ponernos a trabajar para así garantizar un verdadero desarrollo sostenible a través del tiempo y que traspase quinquenios. La pregunta es si realmente hay voluntad. Necesitamos con urgencia un plan de Estado y no de gobierno que tome en cuenta a ¡todos!
Y en cuanto a la sociedad civil, en cuanto a mí y a ti, te preguntarás: ¿y qué podemos hacer?
Te invito a que empecemos con acciones que aunque parecieran insignificantes como botar la basura apropiadamente, los buenos modales, actuar con rectitud y con valores, dar nuestra mejor cara y servicio, generan y representan grandes cambios. Un gran número de pequeños actos de bondad y buenas acciones hacen grandes diferencias en el mundo. Por eso te digo que el cambio comienza por mí y por ti, un colonense a la vez.
Un solo sector no puede resolver todos los problemas de Colón. Sin embargo juntos, trabajando unidos es que podremos lograr el cambio que Colón necesita y se merece.
Sin la actitud adecuada ¿De qué nos vale tener la mejor ciudad con los mejores edificios si nosotros mismos no los vamos a cuidar? ¿De qué nos vale tener la mejor reactivación económica con turismo, si no vamos a ofrecer un servicio de excelencia? ¿De qué nos vale tener la mejor educación si no la aplicamos con valores y principios?
Es una pena que perdamos tanto el tiempo pensando que las cosas en Colón puedan cambiar, en vez de cambiar las cosas, sin perder tanto el tiempo. Si le metiéramos ganas de verdad, tal vez podría escribirse el futuro de otra manera.
Desde la Cámara ya hemos empezado un proceso de cambio para impulsar a Colón, dentro de los cuales podemos mencionar: “Colon Experience”, para impulsar el turismo; “Transfórmate para lograr Nuevas Oportunidades”, para mejorar aptitudes que permita acceder al mercado laboral y el programa “El Cambio Comienza Por Mí”, para ocasionar un cambio de actitud y forma de pensar.
No podemos solos. Sabemos que cada quién desde su trinchera puede ayudar. Si no lo hacemos nosotros, entonces ¿quién? Si no es ahora, entonces ¿cuándo?
El autor es presidente de la Cámara de Comercio de Colón.


